En el Archivo Histórico Municipal aún se conserva un ejemplar de los estatutos de la Sociedad Cosmopolita de Beneficencia Hospital Pasteur de Villa María y Villa Nueva, fechado en el año 1906. Se trata de un documento originado en los inicios de ese gran sueño que fue la construcción de un nosocomio para la atención de enfermos de cualquier nacionalidad. Debe recordarse que  entonces gran parte de la población de estas dos localidades vecinas, provenían de otros países o descendían directamente de quienes habían emigrado desde su tierra de origen. Aquí, a diferencia de lo sucedido en otras urbes, se juntaron voluntades de originarios de diferentes nacionalidades como la italiana y española para alimentar un sueño que con el tiempo se haría realidad. 

 

Inicio

La referida Sociedad, según puede leerse en este documento, que cita el decreto provincial emitido el 25 de agosto de 1906,  tuvo su origen en una asamblea realizada el 3 de junio de 1906. El decreto fue firmado por el gobernador José Vicente de Olmos del Partido Autonomista Nacional. Fue mediante esta norma legal que se aprobaron los estatutos de la “Sociedad…”. La asamblea para la constitución de la organización estuvo presidida por José Vieyra Latorre, en tanto que Julio H. Roca ofició de secretario. En publicaciones de historiadores, se señala otra reunión como la inicial así, por ejemplo, en el material de Ester Fernández “Historia del Hospital Pasteur. Ejemplo de continuidad en los objetivos y esfuerzo comunitario” se rescata lo planteado en la Revista de la Asociación Española del año 1932 donde se dice que la primera reunión fue realizada en la antigua Cancha Recreo, ubicada en lo que actualmente es la calle Hipólito Yrigoyen en la cuadra entre Mendoza y Tucumán el 28 de enero de 1906. Dice que se constituyó  una comisión presidida por José Vieyra Latorre, Francisco Seco como vicepresidente, Alejandro Voglino fue designado vicepresidente segundo, en tanto que Bruno B. Ceballos fue secretario. También se recuerda que el nombre Pasteur para designar el hospital a construir fue una propuesta del médico Arsenio de la Colina y que el 6 de marzo de ese mismo año se adquirieron terrenos que eran propiedad de Petracco, Pedro Battaglia y José Culos. Los fondos fueron recabados mediante donaciones espontáneas de los integrantes de la asociación y de una colecta en la cual colaboró toda la población. Ese solar no sería el terreno en el cual se erigiría el edificio hospitalario. 

 

Solidaria
Regresando a los estatutos de la Sociedad Cosmopolita de Beneficencia, que se encuentra encuadernado con tapas verdes y que fueron impresos en el establecimiento “Tipográfico El Progreso de R. Pellegrini”, podemos decir que en su primer artículo textualmente señala “La asamblea declara constituida en las personas asistentes una Sociedad cuyos fines se determinan a continuación, tomando por su denominación “Sociedad Cosmopolita de Beneficencia de Villa María y Villa Nueva”. Dejando muy en claro que se trata de un esfuerzo que encaran las dos ciudades hermanas.

 En el segundo artículo se deja claro que el objeto inmediato de la nueva organización “es la fundación y sostenimiento en Villa María del Hospital Pasteur y sus dependencias que la misma estableciera para la asistencia médica de personas enfermas, de preferencia a los pobres de cualquier nacionalidad y de cualquier punto que fueren”.

En esos estatutos también se estableció que la dirección del hospital sería de “carácter eminentemente laico en su administración, dirección y desenvolvimiento de la acción benéfica que forma el objeto de la misma”. Que se admitirían “enfermos pobres de cualquier nacionalidad y procedencia que sean, con excepción de los que tengan enfermedad crónica incurable, demencia y ciertos casos de epidemia”.

Recordemos que esta Sociedad se organiza antes de la aparición del modelo de Estado Benefactor que aseguraría, por lo menos en lo teórico, el ejercicio de derechos como el de la salud lo que conlleva la atención en la enfermedad. Los estatutos de la “Sociedad…” también dejaron establecido que “en caso de accidente o de enfermedad instantánea cualquier enfermo podrá ser admitido provisoriamente en el Hospital...”. Y si bien la dirección debía ser laica, en el artículo 11 se deja en claro que no se trata de una institución anticlerical, por el contrario dice: “Cualquier asilado tendrá derecho a los auxilios espirituales de su respectiva religión, en el momento que lo desee”.

En relación a los socios se establecieron tres tipos: honorarios, protectores y activos. Los honorarios eran nombrados por la asamblea, los protectores eran aquellos que realizaran donaciones y en cuanto a los activos el artículo 20 dice “serán socios activos todos los hombres, mujeres y niños que abonen al tiempo de inscribirse un peso moneda nacional, importe de su diploma y la primera cuota con la que quisiera suscribirse, que será por lo menos de un peso moneda nacional, pagadera adelantada, por mes, trimestre, semestre o anualidades según se quiera”. Aquí debe aclararse que si bien podían ser socias las mujeres, no podían participar de las asambleas, y los hombres se sumaban a las mismas luego de poseer seis meses de afiliados.

 Como puede verse el proyecto del hospital surgió como algo comunitario, si bien con el tiempo su administración fue trasladada al Estado. También puede observarse el profundo sentido solidario que animó la obra.