Escribe: Diego Pellegrini (h)

Porque tras una primera etapa pálida, llena de grises, el conjunto de Villa María sacó a relucir toda su estirpe que lo marca como el más ganador de nuestro fútbol, para alzarse con un 2 a 0 que lo deja bien parado de cara a la revancha del próximo fin de semana, en Arroyo Cabral.

El pecado fue del visitante. Los dirigidos por Martín Conti tuvieron una gran primera etapa, hasta con penal a favor desperdiciado en los pies de Lucas Morre, lo que dejó con vida a su rival. Por ende, en el complemento, el local cuando tuvo las chances no perdonó y cantó victoria.

La historia de Alumni a un paso del “Bi” comenzó con el equipo de Víctor Bengoa sufriendo el encuentro. En ese lapso del juego, que fueron los primeros 45 minutos, José Navarro comandó a un Colón que parecía ser el único de los equipos que estaba jugado una final. El volante se juntaba por la derecha con Maximiliano Le Roux, para generarle dolores de cabeza a un Alumni que no hacía pie en su propio campo.

El cabralense presionaba a los volantes generadores de juego, es decir, Daniel Ramírez y Jonathan González, y le tapaba las bandas, por ende, ni Joel Manzanares ni Esteban Canelo podían desplegar sus alas. Gonella y Luppo marcaban territorio en el círculo central y Colón se sentía superior desde el inicio. 

Claro que después de un par de aproximaciones en cada área con pelota parada llegaría la mejor posibilidad para la visita, la chance de oro. Porque a los 15’ Navarro jugó rápido un tiro libre, con Alumni “durmiendo”, para que Le Roux ingrese al área con pelota dominada y Luciani, “topetazo” mediante, le cometa penal. Eso vio Eduardo Rodríguez y marcó la infracción.

Morre se hizo cargo del momento, pero la historia no terminaría bien para Colón, ya que “Cumbia” le adivinó la intención y le tapó el penal al ex-Yrigoyen.

Fue un golpe anímico negativo muy grande para Colón, que no obstante intentó seguir de la misma forma, mostrando superioridad.

Alumni adelantó sus líneas, buscando emparejar el juego y a pesar de que por momentos lo logró, no terminó con la mejor cara.

Un desborde de Canelo, que terminó con centro a la nada, más un tiro libre pegado al área de Facundo Depetris, que terminó en la barrera, fueron los tibios acercamientos del local, más allá de una chance nítida que se perdió Emanuel Bolzicco, tras un tiro libre.

Mientras, en la otra vereda Le Roux terminaba el primer capítulo a pura gambeta, ganándole a Rey, definiendo con un remate desviado del palo izquierdo de Luciani.

Pero el complemento tuvo otra cara, mostró que nuevamente Alumni, tal cual siete días atrás ante Universitario, saca a relucir lo mejor de sí luego de que el rival realice todo el desgaste físico. Porque rápidamente se vio otra actitud en los de Bengoa. Con Manzanares intentando un remate que salió desviado, se vio que el “Fortinero” quería jugar el partido en campo contrario y no cerca de su arco.

Y a los 7’ llegaría lo mejor para el villamariense, ya que Nicolás Rey recibió una linda devolución de primera de Canelo, para que el defensor llegue por la izquierda dentro del área y remate fuerte al gol. Matías Tissera se vio sorprendido, ya que el hombre de Alumni tenía poco ángulo y quizás la jugada pedía centro, pero Rey eligió darle de zurda marcando el 1 a 0.

Situación inmejorable para un local que empezó a jugar con la desesperación de Colón, tras la apertura del marcador. Porque el visitante nunca más volvió a ser el de antes. Nervioso, desordenado y con Marín ya en cancha por Santunione, salió a buscar el empate y, a pesar de que tuvo un par en los pies de Morre, la sensación era que el segundo de Alumni estaba al caer.

Porque los espacios para el local era muchos, porque Colón ya no estaba tan correcto en la marca y además, físicamente tampoco era el mismo.

Esto quedó demostrado cuando a los 26’ Canelo ganó nuevamente por izquierda, colocando la pelota al área. Emanuel Bolzicco no pudo en la primera, pero en el rebote ensayó una particular “chilena” para sorprender a Tissera, colocando el 2 a 0 albirrojo.

Con la gran diferencia, Colón “se fue” directamente del partido, corriendo el riesgo de sufrir algún expulsado, ya que la carga nerviosa desbordaba a los cabralenses. 

Bengoa optó por meter a los “bajitos” Lautaro Paoletti y Nicolás Del Sole para que corran las últimas pelotas hasta el cansancio, con un rival que no podía atacar ni tampoco defender.

Finalmente fue victoria de Alumni, que dio un paso importante en la primera gran final. Ahora llagará la revancha en la casa de Colón, dentro de seis días. Esa será otra historia. Por lo pronto, Alumni ganó y sueña con el “Bi”.

 

La figura