Siempre que se aproximan las fiestas de fin de año un tema recurrente es el daño que las explosiones de la pirotecnia generan sobre el comportamiento de los perros.

Fue por ello que EL DIARIO decidió entrevistar al médico veterinario Mauricio Rodríguez, para que nos haga saber qué tipo de cuidados son convenientes poner en práctica con la intención de preservar la integridad de los canes.

Para comenzar el profesional de la salud animal señaló que “lo primero que hay que saber es que los perros son animales que tienen una audición mucho más sensible que la de los seres humanos, por lo cual todo lo que sean estampidos y estruendos los afecta mucho y por ende les genera miedo”.

“Lo principal es diferenciar cuando ese miedo se convierte en fobia, provocando que un estampido suave pueda generar que el perro disponga una conducta de huida y desesperación, donde realmente no se lo puede frenar con nada y hasta incluso llegan hasta a atravesar vidrios. Esos animales pueden llegar a correr hasta desmayarse”, alertó.

Al mismo tiempo indicó que “el instinto del perro le dice que frente a estos sonidos fuertes hagan una cueva y se metan bajo la tierra, como ellos vivían hace muchos años. Por eso siempre van a buscar meterse dentro de lugares y al no encontrarlos van a correr”.

“Para protegerlos de esta situación, lo que siempre aconsejo es generarle a los perros las condiciones de la cuevita. Hay que tratar de aislarlos del sonido externo, metiéndolo dentro de un ambiente cerrado y a su vez disimular las explosiones con sonidos que a ellos les sean más familiares como, por ejemplo, los de un televisor o una radio”, manifestó.

Al mismo tiempo Rodríguez comentó que “otra situación que favorece la calma del perro es generarle el contracondicionamiento, que sería darle una situación placentera en un momento desagradable para ellos, por ejemplo, dándoles de comer, acariciándolos y hablándoles en el horario en que explota la mayor cantidad de pirotecnia”.

Por otra parte advirtió que “a la hora de medicarlos hay que tener mucho cuidado. Lo que se usa habitualmente es una droga llamada Acepromacina, que se vende en forma de gotas, que genera que el perro no salga corriendo o atraviese vidrios, que lo mantiene consciente de la situación pero que igualmente está sufriendo por las explosiones”.

“Hay otro tipo de drogas que sí tratan el miedo, pero al medicarlos cada perro va a reaccionar de una forma distinta, por lo que hay que buscar la dosis que se ajuste a las necesidades del animal”, manifestó.

Sobre ese último método aclaró que “requiere empezar varios días antes a probar la dosis, porque el margen terapéutico de este tipo de drogas es muy amplio. Lamentablemente mucha gente se deja estar hasta último momento y vienen a buscar una solución a la veterinaria a última hora, algo muy difícil de lograr de manera inmediata”.

 

Prohibir la pirotecnia

En otro aspecto consultamos a Rodríguez si estima conveniente que, como sucede en otros puntos del país, en la ciudad se prohibiera el uso de la pirotecnia. Al respecto sostuvo que “si me pusiera en papel de perro, sería muy bueno que se generara esa prohibición. Evidentemente ellos sufren muchísimo ante las explosiones, generándoles un daño y un miedo muy grande”.

“Sacándome el rol de veterinario, la pirotecnia es algo muy riesgoso y hay que considerar que el manejo de este tipo de explosivos pueden generar serios daños no solamente a los animales, por lo cual su uso tendría que limitarse exclusivamente a gente capacitada para su manejo”, opinó.

Finalmente el veterinario dijo que “orgánicamente los veterinarios de la ciudad no nos hemos organizado para elevar una nota al municipio pidiendo su prohibición, pero creo que la mayoría de nosotros así lo pensamos”.

“Eso nos generaría varios contratiempos menos, porque realmente esta situación daña a los animales y preocupa muchísimo a sus propietarios. Por esta época es un motivo de consulta muy frecuente y realmente hay perros que tiene problemas muy serios”, lamentó.