El nuevo diseño de Facebook ya ha sido presentado a todos los usuarios y, como era de esperar, hubo división de opiniones ante los cambios anunciados. Puede hablarse de una evolución hacia un modelo “más Twitter”, sin duda la apuesta más arriesgada de este nuevo Facebook con luces y sombras:
* Como positivo puede señalarse la portada de Facebook que, filtrada por listas de amigos, le da a las mismas verdadero sentido. Con estos filtros es más fácil el mantener en Facebook como contacto a otros usuarios menos relevantes, dejando en otra lista a los más cercanos. Otro buen punto es la posibilidad de reordenar estos grupos pinchando y arrastrando. Eso sí, requiere etiquetar a todos los contactos ahora si no se venía haciéndolo antes.
* Es cuestionable la tiranía del “estatus”, la evolución hacia Twitter que han dado en Facebook. En el newsfeed siguen apareciendo las acciones de los contactos, pero hasta ahora el “estatus” se limitaba a tres mensajes y con el cambio no tiene límites. Asistimos a la “twiterización del newsfeed” y esto impacta sobre todo en el ritmo de actualización, mucho mayor ahora, a poco que algunos contactos manden sus “mini mensajes” y que el tiempo en portada de otros elementos -fotos, enlaces, vídeos, grupos- sea muy inferior y pierdan protagonismo.
* Un acierto es filtrar el newsfeed por aplicaciones, viendo sólo las fotos de Flickr o directas a Facebook, los enlaces de del.icio.us o los compartidos de Google Reader. Una vez dado el paso anterior, es la única forma de que no pasen desapercibidas para el resto de contactos.
* Como un punto dudoso está la zona de lo más destacado en portada, viene a ser un newsfeed menos actualizado, basado en datos agregados (x de tus contactos han decidido x) y más visual. Lo cuestionable reside que lo que encabeza este “más destacado” es publicidad muy poco diferenciada del resto de elementos.
* Algo bueno es que el estatus de las páginas aparece en el newsfeed del usuario, lo que hace posible una comunicación entre la marca/el medio y sus “fans”. Se puede filtrar también por ellos accediendo a “Perfiles públicos”.
* Algo no tan bueno: mantienen la aparición de comentarios de gente a la que se sigue. Sucede cuando comentan algún elemento de los propios contactos, por mucho que uno no quiera saber nada de estos otros usuarios, ahí están sus comentarios.
* Acierto, el compartir en Facebook es mucho más fácil, con una sola caja muy bien ejecutada para estatus, enlaces, fotos, vídeos y aplicaciones.
* Cuestionable, desaparece el panel de control por el que se decidía qué tipos de historias (menos eventos, más vídeos) aparecían.
* Error, escasa inteligencia a la hora de filtrar de quién nos aparecen actualizaciones. Si se decide “ocultar” a un contacto ya no aparecerá nada de él, sin posibilidad de elegir “que salga menos, pero siga apareciendo” o que “no aparezca su estatus pero sí sus fotos de Flickr” (como muy bien hace FriendFeed).
@ Anticipándose a Twitter
El nuevo Facebook apuesta por la tiranía del estatus, al que da mucho más protagonismo. Lo que han decidido es optar por una estrategia defensiva ante la posibilidad de que Twitter acabara llegando al gran público, integrando su caso de uso (Twitter no es mucho más) en la experiencia global de la red social. Todavía queda hablar de cómo han girado las opciones para las páginas -ahora perfiles públicos- ofreciendo nuevas posibilidades de publicidad y marketing dentro de Facebook. Por Antonio Ortiz.
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