Los bebés también sufren tortícolis, Fede lo sabe muy bien, a su corta edad, cerca de los 4 meses, ya conoce lo que es que una fisioterapeuta le manipule su pequeño cuello. Desde que se detectó, acude tres veces a la semana a la rehabilitación conmigo.
Fede padece tortícolis congénita o infantil, su pediatra particular fue quien detectó que el niño sufría una lateralización constante de la cabeza, hacia un lado, en su caso hacia la derecha, y observó que tenía problema para girar al lado contrario.
Si tu hijo recién nacido sólo gira la cabeza hacia un lado y se irrita cuando le tocas el cuello probablemente sufra tortícolis infantil. Es una dolencia prácticamente desconocida que afecta a un gran número de bebés, producida en la mayoría de los casos por una mala postura dentro del útero, aunque si se detecta a tiempo permite su recuperación en el 90% de los casos.
Se trata de una de las patologías musculares que más molestan a los pequeños. La padecen normalmente aquellos bebés que dentro del útero han mantenido la cabeza siempre en la misma posición. También es bastante habitual que la sufran los gemelos como en el caso de Fede, el niño de la fotografía, pues tienen menos espacio dentro del útero y esto hace que mantengan una posición fija a en los últimos meses del embarazo.
La buena noticia es que en la mayoría de los casos una buena fisioterapia basta para acabar con el problema. Realizar estiramientos, masajes musculares en la zona, rotaciones pasivas de cabeza y hacer diferentes ejercicios de estimulación para obligar a que el niño gire la cabeza para ambos lados constituyen el tratamiento a seguir, no sólo por los fisioterapeutas sino también por los padres, pues nadie mejor que ellos pueden estimular con juegos al bebé para que adopte diferentes posturas.
Los padres también colaboran
Cuna y juegos: los padres deben colaborar en el restablecimiento del cuello con pequeños actos que se inician con la colocación de la cuna. El niño debe recibir estímulos, cualquiera que sean, luz o sonido, siempre en el sentido de la corrección, hacia el lado del cuello afectado, para provocar su lateralización, lo mismo cuando se juega con el niño. Ponerlo boca abajo al bebé varias veces al día o cambiarle de postura en la cuna, ayudado con cojines para impedir que se gire hacia el lado que el niño se sienta más cómodo
En brazos: se aconseja cambiar de posición regularmente evitando posturas incorrectas que empeoren la tortícolis y a la hora de llevarlo en los brazos colocar al niño con la cabeza girada en el sentido contrario a la deformidad, son otras de las premisas que deben llevar a cabo los padres con niños que sufren tortícolis. Siguiendo todos estos pasos nueve de cada diez bebés habrán superado la dolencia antes de empezar a caminar.