El encuentro, que arbitrará Adolfo Rodríguez, se disputará en la cancha del “Rojinegro”, donde precisamente el local tiene la obligación de ganar porque, de modo contrario, Alumni alcanzará el bicampeonato y será, por lejos, el mejor de la temporada. 

Para estirar la serie hasta el año que viene, cualquier triunfo le sirve a Colón, más allá que Alumni ganó 2-0 en el partido de ida, disputado el pasado domingo, en Plaza Ocampo.

La diferencia de goles recién se tendrá en cuenta en caso de igualdad en ese tercer partido.

En ese sentido, lo de esta tarde, si bien es una continuidad de lo sucedido en la “Placita”, también es un capítulo nuevo que habrá que desmenuzar en el final para sacar conclusiones.

 

Por más historia

Alumni pisa las puertas de la gloria y espera esta tarde meterse de lleno a un éxito que quedará archivado entre las estadísticas más destacadas del club, que es el más ganador en la historia de la LVF (20 títulos), a pesar de estar un tiempo largo separado del fútbol local (cerca de 15 años) y en la órbita de la Liga Cordobesa.

En el ámbito doméstico, el “Fortinero” tuvo cuatro etapas de títulos consecutivos: fue bicampeón entre 1957/58, como así también en los años 1969 y 1970; luego llegó la etapa de Hernán Ríos, con el tricampeonato 77, 78 y 79; y más cercano en el tiempo asomó otra “tripleta” con 2001 (equipo que condujo Jorge Molina), 2002 (“Pepe” Suárez) y 2003 (Pedro Catalano).

De esta manera, si el equipo dirigido por Víctor Bengoa se consagra esta tarde, será la quinta vez que el club logra éxitos hilvanados en títulos.

Algunos hinchas fieles del “rojo y blanco” sienten ese peso de la historia y por ello alentaron el pasado domingo, en la “Placita”, para festejar el triunfo (2-0) con el “dale los pibes” como grito sagrado, en honor a la propuesta del club en la promoción de jugadores jóvenes. 

Claro que los pibes actuaron bastante en la temporada, pero  Bengoa ya anticipó que será una “más difícil” y algunos jugadores coinciden en que habrá que tener personalidad suficiente para sortear el escollo y dar la vuelta olímpica.

En ese sentido, el DT podrá disponer del regreso de un experimentado Federico Depetris, quien remplazará en la delantera al juvenil Maximiliano Ramírez, una de las promesas de la institución. Y además continuarán en el equipo algunos que ya tienen títulos en sus espaldas como el volante Joel Manzanares (campeón con Atlético Ticino) o el lateral Esteban Canelo (viene de consagrarse con Talleres de Etruria, en la Liga Béccar Varela), además de los campeones del año pasado como el central Facundo Depetris o el centrocampista Daniel Ramírez, entre otros. 

Más allá de esto, Bengoa aclaró que Alumni deberá tener cuidado “en las pelotas paradas”, un tema que lo inquietó de acuerdo al balance del primer partido.

 

Por más definición

Colón sabe claramente que depende de sí mismo para cambiar la historia, entonces su gente asistirá al estadio con la expectativa lógica que pueden despertar algunos jugadores consagrados del club y con batallas semejantes en el lomo como los volantes Luciano Luppo y Lucas Morre, o el goleador interminable Diego Marín, quien hoy será de la partida.

Pero más allá de los nombres, lo que preocupa en el “Rojinegro” es encontrar la efectividad que no tuvo en el partido de ida.

Es que Colón hizo un muy buen papel en el primer tiempo, pero no supo trasladar la supremacía al arco rival (a punto tal que el arquero Leonel Luciani le atajó un penal a Morre con el partido sin goles) y terminó padeciendo un resultado adverso. 

Si bien es cierto que Marín, por su propio peso, categoría y olfato de gol, significa mucho para “embocarla”, el entrenador Martín Conti buscó esta semana sostener también cierta regularidad y mantener la agresividad que tuvo el equipo en ese primer encuentro.

Así, entre las ganas de Alumni por cerrar el año campeón y la ilusión de Colón por conservar sus chances, el partido de esta tarde promete bastante.