La comunidad expresó su fe y el arraigo por su historia en el día de homenaje a San José, Patrono de la localidad, en el día del Centenario del templo.
El padre Ariel Manavela se encargó de presidir la ceremonia religiosa, mientras un colaborador de recordar la historia: en 1903 murió Ramona Tránsito Cabanillas, quien donó el terreno de 20 por 40 metros ubicado enfrente de la plaza del pueblo (San Clemente), terreno que se extendió a 60 metros de fondo por donación de dos familias. En ese lugar, se levantó el edificio de la iglesia, finalizada la construcción en 1908 e inaugurada en marzo de 1909, en el día del Patrono San José. Mencionaron además que la imagen donada en ese año por Antonio Cataldi y su esposa.
Con esta referencia, invitaron a todos los presentes a participar de un recorrido para homenajear y declarar de esta manera a la “Manzana Histórica” del pueblo. Así se inició la procesión encabezada por la Agrupación Gaucha José Quinteros, la imagen del Santo Patrono llevada a hombros, los alumnos de la Escuela Primaria Dalmacio Vélez Sarsfield, los estudiantes del Instituto Secundario San José y cientos de feligreses.
A pocos metros de allí se realizó la primera parada, donde en antaño funcionaba el más antiguo de los comercios de Ramos Generales, la Casa Puxeddu, de don Antonio, en los balbuceos de un pueblo recién nacido y donde el colono conseguía todo lo necesario, incluso destacan su funcionamiento como Banco de Economía Chacarera. Pasados los años se transformó en Cooperativa “El Progreso” (hasta 1982). Indicaron además que Antonio murió joven y que su esposa, María Tornattore, aumentó el prestigio del negocio y presidió distintas instituciones locales. Frente a la placa, el intendente entregó copia del decreto a descendientes de la familia.
Llegó el turno luego de otro comercio emblemático cabralense: Tienda Nicolás Bitar, venta de diarios y revistas. Familia que llegó de Trípoli (Líbano) y del que sus herederos continúan hoy en ese comercio. Se trata del abuelo del sacerdote Damián Bitar, ordenado obispo auxiliar el 4 de octubre de 2008 por el Papa Benedicto XVI.
El tercer comercio fue en donde se alzaba carnicería La Central, de Bartolo Degiovanni. Los descendientes recibieron con orgullo el decreto y posaron frente donde era el local.
Cruzando la calle, en la otra esquina, se homanajeó aunque sin familiares presentes, al comercio de Gabriel Hillar.
A media cuadra, se recordó al propietario de panadería La Esperanza, de don Plácido Castagno. Pero se hizo hincapié en la persona de su esposa, María, quien continuó al frente del negocio por muchos años.
En la esquina siguiente, enfrente de la plaza y ya regresando hacia la iglesia, se homenajeó la casona donde se alzaba el bar La Perla.
En todos los casos, se destacó la labor social de cada uno de los nombrados, jerarquizando las instituciones o en cada uno de los clubes, Colón y Rivadavia.
De regreso a la explanada del templo posaron la imagen de San José y el padre Manavela celebró la misa, coronando los festejos. Alumnos del Instituto San José encendieron cien velas para honrar al templo en su cumpleaños, con la fe y la historia del pueblo.