Sepultaron el domingo pasado los restos del menor de 15 años que dejó de existir cuando procuró acomodar una instalación eléctrica precaria en su vivienda, situada junto a los hornos ladrilleros aledaños a la estancia La Negrita, informaron fuentes policiales.
El infortunado adolescente, identificado como Julio César Serrudo Flores, de nacionalidad boliviana, fue inhumado en el cementerio La Piedad, en horas de la mañana de anteayer; el episodio accidental ocurrió minutos después de las 22 del viernes y su deceso se produjo antes de ingresar al Hospital Pasteur.