Apoco de terminar su participación en la Liga Cordobesa de básquetbol, Unión Central se quedó sin entrenador. Finalmente, y como se presagiaba, Walter Albert finalizó su ciclo en el club de calle José Ignacio Rucci. Luego del último partido de la Liga, cuando perdió ajustadamente con Ameghino, y no pudo clasificar, el entrenador había deslizado que había recibido una propuesta de un club de Córdoba, pero que la prioridad la tenía el equipo villamariense, dado que se encontraba trabajando en el mismo. De todos modos, aclaró, que debía sentarse con los dirigentes y dialogar para conocer su propuesta para 2015. Finalmente, la propuesta del Club Banco de Córdoba de la capital provincial fue superadora y la posibilidad de trabajar en la ciudad donde reside, fue decisiva para optar por emigrar.
Ahora, el club trabaja pensando en el remplazo de Albert y maneja algunas posibilidades, aunque no ha iniciado tratativas con nadie. Uno de los nombres que se maneja como candidato a ocupar el lugar vacante es Fernando Castro, que dirigió esta temporada a El Tala de San Francisco.
Otros equipos
Uno de los equipos que busca entrenador para 2015 es Sparta.
A la silenciosa salida de Federico Moyano antes de la mitad de temporada, se sumó la de Marcelo Ruiz, su remplazante, que reunió a la entidad “Griega”.
También Argentino de Pozo del Molle sumaría un nuevo entrenador para la próxima temporada, y según pudo conocer EL DIARIO, ya habría negociaciones avanzadas con Otton Jaskowsky, que estuvo colaborando con seleccionados villamarienses durante 2014. “El Oso” fue el primer villamariense en ser jugador de Liga Nacional de Básquetbol.
Finalmente, y luego de superar algunas tormentas, el tridente Sebastián Fiol, Esteban Lépori y Emanuel Cuello, fueron confirmados por el presidente Jorge Arburúa, en el Club Deportivo Central Argentino. El presidente fue reelecto recientemente por los socios y renovó la confianza a los tres entrenadores, por las dos temporadas que restan de contrato. Es que hace dos años el mismo Arburúa los había presentado junto a representantes de la Subcomisión de Básquetbol anunciando un proyecto a cuatro años. Hace algunos meses, algunos de los integrantes de esa subcomisión intentaron reacomodar funciones y cambiar algunos nombres, en disidencia con la opinión de Arburúa. El resultado fue un “cortocircuito” entre los dirigentes y la repuesta de la Comisión Directiva fue clara y determinante: el proyecto basquetbolístico está por encima de algunos intereses particulares y, tras cartón, renunciaron los integrantes de la Subcomisión de Básquetbol.