En el barrio Santa Ana, precisamente en la esquina de Joaquín B. González y Víctor Mercante, un enorme terreno es motivo de quejas de los vecinos del lugar.
Es que la porción de tierra se encuentra en un importante estado de abandono, con malezas y vegetación que se han adueñado de la vereda impidiendo la circulación por ahí.
Según explicó un vecino, en realidad no se trataría de un solo terreno, sino de tres lotes, en donde en el sector lindante a una vivienda los yuyos ya superan la tapia.
“Encontramos alacranes en varias ocasiones, es un peligro tener un terreno en estas condiciones y más en esta época del año; es un juntadero de bichos”, reclamó el frentista.
El vecino aseguró que “cada dos meses hacemos el reclamo en la Municipalidad para que obliguen al dueño a limpiarlo”, pero -se quejó- “no pasa nada, es muy raro que vengan a cortar los yuyos y este terreno está así hace muchísimo tiempo”.
Además, el hombre señaló que “al estar en estas condiciones la gente tira basura y la situación empeora”.
Sin respuestas a las intimaciones
El pasado 20 de octubre, EL DIARIO publicó una información brindada por la Municipalidad de Villa María en la que apuntaban que “los terrenos de calle Constancio Vigil habían sido intimados para su limpieza”, luego de que se hiciera público el reclamo de vecinos por el pésimo estado de dos terrenos ubicados en la mencionada arteria, al 1200, apenas cruzando Porfirio Seppey.
Pasaron más de dos meses de esta intimación que hizo el municipio y los mismos frentistas vuelven a la carga para manifestar su descontento por la misma situación, que sólo se resolvió en uno de los lotes.
El terreno en cuestión es de grandes dimensiones y está dividido en dos por un alambrado en donde la basura acumulada incluye chapas, bolsas de residuos, grandes troncos, fierros y demás materiales que suelen utilizarse para construcciones. El panorama es exactamente el mismo que en octubre.
El municipio, en su momento, informó que el dueño del lote “fue infraccionado en diversas oportunidades”.
“Cortaron un poco las ramas después de que se publicó la nota, pero nada más, y obviamente que al poco tiempo ya estaban igual que antes”, mencionó una vecina.
El descuidado estado que presenta la porción de tierra produce que también ahí la vegetación se vuelque sobre la vereda.
“La mugre que hay también genera que a veces se sienta olor a podrido, vaya a saber uno qué hay tirado ahí”, dijo preocupada y señalando el lugar como un foco generador de enfermedades.