Bautista Ayala, el pequeño que pronto cumplirá 2 años de vida, deberá someterse hoy a la cuarta “escarectomía tangencial”, para recuperarse de las quemaduras que sufrió el 30 de diciembre de 2014, durante el show de fuegos artificiales.
Cabe recordar que esa noche, la familia de Bautista fue a observar el espectáculo desde la zona de asadores del Prado Español, cuando cayeron “brasas” (según describió Jaqueline Mercaú, su mamá), una de las cuales le quemó la remera al niño que a esa hora estaba durmiendo en brazos de su progenitora.
En diálogo con EL DIARIO, Pablo Lucarelli, cirujano pediátrico, dijo que el niño ingresó con una quemadura en el 8,5% del total de su cuerpo, la que afectó la zona del cuello y los hombros.
“Es una quemadura de tipo B, de espesor total”, dijo el profesional de la salud. Esto quiere decir que el fuego afectó las siete capas de piel.
“Lo que hicimos hasta ahora fueron tres escarectomías tangenciales, para sacarle el tejido muerto hasta la membrana basal”, explicó.
Además, utilizan “pieles sustitutas” para que ayude a activar las células epiteliales dañadas.
“Mañana -por hoy- le hago la cuarta escarectomía y si todo sale bien, le daríamos de alta”, dijo.
Después de eso, dependerá de la cicatrización y la evolución del pequeño, si le realizan un injerto de piel en los próximos días.
“La evolución es buena, aunque hay que señalar que las quemaduras de esta naturaleza, que afectan todo el espesor de la piel, son muy dolorosas. Cada intervención quirúrgica es con anestesia total, porque si no, no se podría tocar la zona afectada”, señaló.
Al consultarle sobre secuelas, indicó que las cirugías que están realizando y los injertos que podrían hacer “son para recuperar funciones, no estéticos. Es probable que queden cicatrices”, concluyó; por lo que más adelante deberían realizar más intervenciones con fines estéticos.
Cabe recordar que los papás de Bautista y un matrimonio amigo salieron urgente del Prado y llevaron al pequeño hasta el Hospital Comunitario de Villa Nueva, dado que era imposible cruzar a Villa María por la cantidad de gente que se había congregado a ver el show de fuegos artificiales.
Al día siguiente fue atendido en el Pasteur y el viernes 2 de enero, primer día hábil después de las fiestas, lo llevaron a la Clínica de Especialidades, donde el pediatra del niño, Gustavo Seghini, dispuso su internación para la realización de las cirugías.
Hasta el momento, una abogada de la Municipalidad y la comisión del Prado Español se pusieron a disposición para ayudar a cubrir los gastos médicos.