Escribe: Pepo Garay - ESPECIAL
Las vacaciones no sólo están hechas para tirarse al lado de una pileta, abrazarle la frescura al río o volver el alma de arena; también sirven para admirar obras talladas por el hombre y dialogar con el pasado.
De ahí que este verano 2015 el circuito histórico de Villa María sea una alternativa más que interesante a la hora de la distracción. Una propuesta que podrán disfrutar los turistas llegados de la zona, el resto de la provincia y el país y, por supuesto, los villamarienses, favorecidos por atardeceres que se demoran en llegar y más tiempo libre jugando en el equipo.
Se trata de un recorrido que toca los tesoros arquitectónicos más destacados de la ciudad, galardón obtenido merced a su importancia histórica y a su belleza. Cada quien podrá visitarlos de forma libre e independiente y prestarle atención a sus detalles (que se no se merecen la mirada fugaz y gélida que les brindamos en la cotidianeidad).
Aquí, un resumen con algunos datos de interés (varios desconocidos) que EL DIARIO preparó para potenciar el valor del paseo.
Paso a paso
El inicio bien podría darse por la que ayer fuera el epicentro de “la Villa María Antigua”: la plaza San Martín. Construida en 1883, a su alrededor se perfilaron las primeras viviendas de la cabecera departamental, conjunto que luego se iría expandiendo hacia el este de las vías del ferrocarril para dar lugar al centro moderno.
En torno a la explanada danzan cuatro joyas del diseño: la Casa Meroi (principios del Siglo XX, un canto de la arquitectura modernista), la Casa José Salgado (de los pocos ejemplos de estilo neocolonial en la ciudad), la Casa Parroquial (1920, estilo mediterráneo, una de las obras cumbres del italiano Dante Ortolani en la región) y la Catedral. Esta última, que fue levantada a fines del Siglo XIX, conserva en su interior decoraciones románico-bizantinas así como majestuosos murales pintados por Fernando Bonfiglioli. Completa la lista de ilustres vecinos de la plaza el ex-Mercado Mitre (1921, supo ser sede del mercado local).
Cerquita de allí, en Santa Fe al 450, brilla el chalé Emerson (1915, estilo normando) y sobre la avenida Sabattini, otros cinco referentes: la Casona Pereira y Domínguez (1883, estilo neoclásico francés, hoy es hogar del Consejo Deliberante), la Casa Sobral (un sueño en art-decó nacido en 1923), el chalé Sugasti (levantado por inmigrantes vascos), la Capilla San Antonio (estilo neogótico, hospeda obras de Bonfiglioli) y la Asociación Española de Socorros Mutuos (actual sede del Bingo; hay que subrayar su hall de entrada morisco y las pinturas de la Alhambra del mismo Bonfiglioli).
Ya pegado a las vías del tren, surgen la estación ferroviaria (marcado perfil inglés, 1880) y sobre Mendoza, el Teatro Giuseppe Verdi y el Palacio Municipal. Este último fue asiento del Hotel Palace, uno de los más lujosos del país en la primera parte del Siglo XX, cuando contaba con 120 habitaciones.
Apenas a dos cuadras, en Mariano Moreno al 200, aparece la Casa-Museo Amadeo Sabattini (antigua residencia de quien fuera gobernador provincial).
La más occidental de las estrellas es el puente Vélez Sarsfield, construido en 1881 por una donación traída de Europa en manos de Domingo Faustino Sarmiento (al lado se ubica el flamante puente Perón).
En el mismo barrio General Paz, en la esquina de bulevar Cárcano y avenida Dante Alighieri, la visita obligada se llama ex-Hotel de los Hacendados (antiguo hotel con corrales y posta para carretas de los hacendados de la Sociedad Rural de Córdoba). Sumamente atractivo resulta, asimismo, el edificio de la Escuela del Trabajo, en barrio Güemes, monumental estructura ecléctica que data de 1921, cuya señorial entrada está en calle Müller 651.
Para el final, el centro propiamente dicho exhibe en calle San Martín al histórico Hotel Colón (1914, de rasgos modernistas) y en la esquina de San Juan y Lisandro de la Torre, al chalé Scopinaro. Otra labor de Ortolani y otro ejemplo del normando que, para muchos, continua siendo la casona más bonita de la ciudad.
Foto 2: La Catedral fue construida a fines del Siglo XIX. Conserva en su interior decoraciones románico-bizantinas y murales de Fernando Bonfiglioli
Foto 3: El puente Vélez Sarsfield, construido en 1881 por una donación traída de Europa en manos de Domingo Faustino Sarmiento, hoy lindante al
flamante puente colgante Juan Domingo Perón
Foto 4: Casa Meroi, una joya arquitectónica de principios del Siglo XX, en torno a la explanada de la plaza San Martín