Estela de Carlotto todavía transmite la emoción de haber encontrado a Guido, el nieto recuperado número 114, su nieto. “Creo que esa emoción es compartida por todos, es que necesitamos buenas noticias”, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien ayer estuvo en Villa María para asistir al recital de Don Osvaldo en el Anfiteatro. Antes, fue recibida en la Municipalidad por las autoridades locales, representantes de algunas organizaciones sociales y los diputados nacionales Nora Bedano y Martín Gill.
En diálogo con la prensa, Carlotto habló de su apoyo explícito a la banda liderada por Patricio “Pato” Fontanet, asegurando que el éxito del grupo “es seguir adelante” después de la tragedia de Cromagnón, donde murieron 194 personas. Contó que visitó al cantante del grupo en la cárcel donde purgó parte de la condena por el siniestro, para infundirle ánimo. “Sufrieron muchas injusticias y no lo digo ahora, porque mi nieto Juano toca con ellos, sino que los apoyé desde el principio”, señaló.
Juano, señaló lo importante que es para ellos la presencia de su abuela en los recitales. “No es la primera vez que nos escucha”, dijo, aunque Estela señaló que no conoce muy bien las letras. “Me quedé en Frank Sinatra”, bromeó.
Nieto y abuela hablaron de la emoción del encuentro de Guido, también músico. “Gracias a León Gieco, pudimos tocar juntos”, señaló Juano, quien dijo que tiene con su primo recuperado no sólo la misma profesión, sino que también comparten una característica: ambos son tímidos.
A la hora de hablar de la realidad nacional, Carlotto no dudó en mencionar que coincide con la frase difundida por el Gobierno indicando que los últimos diez años “fueron una década ganada”. “Es ganada porque logramos enjuiciar” a los militares represores “y porque se avanzó en el acceso a otros derechos “disminuyendo los índices de desocupación”.
“Falta mucho por hacer. Falta que todos tengan casa, trabajo, derecho al ocio, alimento. Pero para lograrlo hay que seguir luchando”, expresó.
Finalmente, se refirió al tema de César Milani, el cuestionado titular de las Fuerzas Armadas designado por la presidenta. “Alguién tiró la bomba con la denuncia y será la Justicia la que diga si tiene que ir a la cárcel, a la calle o quedarse donde está. Hasta que no se demuestre la culpabilidad, todos somos inocentes”, concluyó.