Diana Aubert es una joven de 18 años que vive en la zona rural de Tío Pujio, junto a sus padres, hermanos y su pequeña hija. Preocupada por lo vivido y con la intención de dar a conocer su caso para evitar que les suceda a otras jóvenes, se contactó con nuestra Redacción para relatar una serie de confusos episodios por los que tuvo que atravesar cuando buscaba trabajo y fue contactada por personas desconocidas a través de la red social Facebook.
Ella misma comenzó relatando que “el 28 de diciembre pasado recibí una solicitud de amistad en Facebook de un tal Matías Acosta de la ciudad de Oncativo. Lo acepté y seguidamente me envió un mensaje privado”.
“Allí me ofreció trabajo de modelaje, destinado a chicas de entre 16 y 25 años, para sacarse fotos para modelar la ropa de una fábrica que, según él, iba a abrir en febrero en el Parque Industrial de Villa María”, explicó, y al mismo tiempo comentó, que el muchacho le ofreció un pago de 8.500 pesos por mes, trabajando cinco horas por día de lunes a viernes.
Ante ello, señaló que “le dije que me interesaba el empleo, que necesitaba más información del mismo y que yo no tenía el perfil para modelar, a lo que me respondió que eso no importaba porque la búsqueda estaba orientada a chicas comunes”.
“Después me pidió datos personales y fotos, le pregunté para cuándo y me dijo que necesitaba toda esa información para ese mismo mediodía”, narró.
Un día después
Luego Daiana contó que “al día siguiente, el hombre me pasó la cuenta de Facebook de una chica llamada Micaela Maldonado, que supuestamente era su esposa. Me dijo que ya le había hablado de mí y que ella me iba a aconsejar cómo sacarme las fotos, las que debía mandárselas a ella”.
“Desde ese momento no hablé más con el supuesto Matías Acosta y empecé a mantenerme en contacto, siempre mediante el chat de Facebook, con su esposa”, sostuvo.
Seguidamente agregó que “ella misma me envió la solicitud de amistad y me escribió diciéndome que me iba a indicar cómo tomarme las fotos, que debían ser dos de perfil, dos de atrás y dos de frente, con ropa interior y con vestimenta informal de verano”.
“También me pidió que se las enviara urgente, en un plazo máximo de una hora, porque en pocos minutos de ese día ella tendría una reunión con los dueños de la firma”, añadió.
Continuando con su relato, la jovencita manifestó que “yo demoré en tomarme las fotos porque mi hermana Fátima, de 17 años, también estaba interesada en el trabajo e íbamos a enviar las fotografías las dos juntas. Ante esa demora, Micaela le escribió a mi hermana diciéndole que estábamos a tiempo todavía de mandar las fotos, porque había conseguido postergar la reunión con los propietarios”.
Subidas de tono
Tras la petición, indicó que “mandamos las fotos y la mujer nos avisó que estaban bien. Pasaron más o menos tres horas y ella le escribió a mi hermana diciéndole que ya habían seleccionadas otras chicas y que si mandábamos fotos jugando con almohadas en ropa interior podía conseguirnos otro trabajo”.
“Le dijimos que no nos interesaba ese tipo de fotos, porque nos pasaron unos ejemplos de cómo querían que nos fotografiáramos y nos parecieron muy subidas de tono”, dijo y expresó que “hasta allí mi madre siempre estuvo al tanto de todo y nos autorizaba a enviar las fotos, pero en el último pedido nos dijo que dejáramos todo porque, al igual que nosotras, no le gustaba que nos sacáramos fotos de ese estilo”.
Comienzan las sospechas
Ya preocupada por las cosas que comenzaron a pedirle, la joven tiopujiense precisó que a partir de ese momento “tuvimos la primera sospecha de que algo raro y poco serio estaba sucediendo cuando la mujer nos dijo que había conseguido postergar la reunión con los dueños de la marca y que al otro día podíamos participar de otra selección”.
“Micaela Maldonado volvió a insistir con pedirme fotos, pero ahora me dijo que necesitaba chicas para promocionar lencería erótica de una empresa que iba a abrir en Buenos Aires a lo que inmediatamente le dije que no, porque me pedía fotos muy osadas, a lo que me insistió diciéndome que me quedara tranquila porque esas fotos sólo serían utilizadas en sex shops de Buenos Aires”, contó.
A la vez Daiana señaló que “la mujer siguió insistiendo con esa propuesta y, al decirle que no tantas veces, me ofreció pagarme, aproximadamente, 13 mil pesos si aceptaba el trabajo”.
“También me dijo que ese trabajo seguramente sería mío, porque había pocas chicas anotadas, pero que para ingresar al casting debía mandar fotos desnuda. Volví a negarme y la mujer no me mandó más mensajes y yo no me comuniqué con ella ni traté de hacerlo”, detalló.
Días sin comunicación
Luego de los últimos hechos, Daiana indicó que no tuve más contacto con las personas, “hasta que el 7 de enero a la mañana la mujer volvió a escribirme diciéndome que tenía novedades del trabajo para la empresa de Villa María y que yo había quedado seleccionada para la entrevista personal que iban a hacer en la ciudad”.
“Le pregunté dónde sería la entrevista, a lo que me respondió que todavía no estaba definido el lugar ni la fecha. Después me preguntó si podía asistir a la semana siguiente por la mañana y me dijo que iba a necesitar más datos personales como mi domicilio, número de teléfono y de documento”, explicó.
También aseguró que “le dije que si asistía iba a hacerlo acompañada, porque cuando me avisaron que había quedado seleccionada yo escribí en el grupo de Facebook llamado Trato Hecho Villa María, relatando cómo había sido todo el proceso y los nombres de las personas que me contactaron (Acosta y Maldonado) y sucedió algo que me preocupó mucho”.
“Después de eso, varias chicas empezaron a comentar que habían pasado por todo ese mismo proceso, tratando con las mismas personas que me contactaron a mí y a mi hermana”, destacó y agregó que “una de esas chicas contó que primero le dijeron que la iban a entrevistar en Córdoba capital y luego le informaron que la iban a esperar en el Hipódromo de Villa María, pero que tenía que ir sola al lugar y que si no tenía en qué ir hasta allá ellos la pasarían a buscar por su casa”.
Muchos cambios
Volviendo al contacto con Micaela Maldonado, Daiana expresó que “yo le dije que iría a la entrevista pero que lo haría acompañada por alguien. Me dijo que no había problema y que esa entrevista iba a constar de dos partes, una de preguntas para conocerme y la otra sería una sesión de fotos”.
“Cuando le pregunté con qué vestimenta debía asistir, me respondió que ella no iba a poder venir a Villa María a sacarme las fotos porque se había ido de vacaciones y que en el lugar de la entrevista iban a estar la asesora de imagen y los gerentes de la empresa”, manifestó.
A la vez sostuvo que “también le pregunté cómo iban a ser las fotos que me iban a sacar y cambió todo diciéndome que a las fotografías debía tomármelas yo misma en mi casa y enviárselas inmediatamente vía Facebook”.
“Eso me pareció raro porque supuestamente las imágenes eran para la entrevista y ahora me las estaba pidiendo unos días antes”, comentó.
Desaparecieron
Casi en el final de la historia, Daiana relató que “le dije que no podía mandar las fotos ese mismo día y al rato, cuando voy a mirar la conversación que había tenido con ella, me doy cuenta de que me había bloqueado en Facebook, al igual que Matías Acosta”.
“Pienso que me bloquearon porque se dieron cuenta que yo ya estaba sospechando que algo raro estaba sucediendo y, consultando a las demás chicas que habían contado una historia como la mía en el grupo Trato Hecho Villa María, también habían sido bloqueadas por los supuestos Acosta y Maldonado”, agregó.
Para prevenir
Finalizado el contacto con los dudosos oferentes de trabajo, Daiana relató que “todavía no pude ir hasta el pueblo a hacer la denuncia, pero apenas pueda voy a hacerla”.
“Quiero evitar que estas cosas puedan pasar en otros lugares y que otras chicas puedan caer en la trampa de estas malas personas”, aseguró.
También añadió que “los perfiles de Facebook de Acosta y Maldonado no tenían nada, solamente un par de fotos, y toda la información estaba oculta, no se podía saber nada de ellos”.
“La verdad es que en un momento tuve mucho miedo, porque lo que hacen te da para pensar que estas personas pueden estar en cualquier lado siguiéndote y que pueden hacer cualquier cosa con vos”, confesó.
Finalmente dijo que “a las chicas de mi edad les diría que, si les ofrecen un trabajo de esos, tienen que saber que no hay trabajos milagrosos que te paguen tanto por trabajar pocas horas y sin tener experiencia ni el perfil para hacerlo”.
“También les diría que no vayan solas a ningún lado, que siempre lo hagan con la mejor compañía posible y que en Facebook no se confíen si las incitan a algo”, aconsejó.
LAS FOTOS
1- La joven tiopujiense brindó la mayor cantidad de datos para advertir a otras personas sobre la situación que le tocó vivir (fotografía extraída de su cuenta de Facebook)
2- “No hay trabajos milagrosos en los que te paguen tanto por trabajar pocas horas sin tener experiencia ni el perfil para hacerlo”, opinó Daiana (fotografía extraída de su cuenta de Facebook)
3- Daiana aseguró que los sospechosos perfiles que la contactaron llevaban los nombres de Matías Acosta y Micaela Maldonado