El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) elaboró un informe tomando datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para considerar, en promedio, cuánto reciben las obras sociales por cada afiliado.
Como resultado de ese estudio, el organismo asegura que el Programa de Atención Médica Integral (PAMI), obra social de los jubilados, cuenta con la mitad de los recursos que necesita para atender a los abuelos.
“Las obras sociales nacionales recaudaron 73 mil millones de pesos para atender a 14 millones de personas arrojando un monto per cápita mensual de alrededor de 430 pesos. El PAMI habría tenido una recaudación anual de 46 mil millones de pesos para atender a 4,5 millones de personas arrojando un monto per cápita mensual de 850 pesos. Los hospitales públicos habrían gastado algo más de 100 mil millones de pesos para atender a 15 millones de personas sin cobertura, lo que arroja un monto per cápita mensual de 580 pesos.
Aunque se trata de estimaciones aproximadas, estos datos reflejan las distorsiones que cobija el régimen financiero del sistema de salud. La más visible es que el PAMI recibe aproximadamente el doble de recursos per cápita que las obras sociales de activos, cuando el consumo de servicios por parte de los adultos mayores se estima más de cuatro veces superior que el de las personas más jóvenes. En otras palabras, el PAMI estaría disponiendo de sólo la mitad de los recursos que necesitaría para dar medicina de calidad similar a la que ofrecen las obras sociales de los activos”, indica el estudio publicado ayer.
Finalmente, aseguran que en la última década “los recursos de la seguridad social destinados a la cobertura sanitaria se duplicaron en términos reales, es decir, descontando la inflación”.