Antonia Giampiccolo, vocal del Centro Vecinal de barrio Villa Oeste y delegada de ese grupo en el Comité Vecinal de la Cuenca del Ctalamochita, sostuvo ayer que los terraplenes realizados en la orilla villamariense perjudicaron una vez más a la ribera de Villa Nueva, agradeció el esfuerzo del municipio que conduce Guillermo Cavagnero, pero pidió la conclusión de obras y dijo sentirse confiada en que de producirse lluvias de la magnitud de febrero pasado el barrio estará preparado para soportar el desastre.
Asimismo, la abogada admitió que los vecinos de Villa Oeste se han “hecho cargo” de residir a orillas del Ctalamochita, aunque hizo aclaraciones en torno a eso.
Giampiccolo fue entrevistada en la Redacción de EL DIARIO, a días de que el comité recibiera un informe oficial del Gobierno de la provincia de Córdoba sobre lo concerniente al curso de agua.
-¿Están conformes con las obras realizadas tras el desastre?
-Relativamente. Sin embargo, hay que agradecer lo que se hizo, que se logró -en lo que se refiere a esta zona- producto del trabajo intensivo del Comité Cuenca Río Ctalamochita y los Vecinos Autoconvocados de Ballesteros. El director general de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, Juan Pablo Brarda, y el secretario de esa cartera, Edgar Casteló, nos contaron que vinieron apenas ocurrió la primera inundación, que tuvieron una reunión y fueron muy maltratados en Villa María, pero cuando nosotros nos movimos regresaron, bajaron a la costa y empezaron a caminar. Así definieron hacer el canal, que no es un mero canal, sino una defensa natural del río para los desbordes veraniegos, que está ancestralmente. Si algo tuvo esta inundación extraordinaria -digo extraordinaria porque no hubo otra igual en los últimos tiempos, no se compara con la de 1984, por los daños posteriores que hubo, las complicaciones en las napas y demás- es dejar visible esas defensas.
-Pero esta obra está siendo realizada, si se tiene en cuenta el sentido en que corre el río, después de Villa Oeste. ¿Lo protege entonces?
-Villa Oeste tiene, antes, otra salida de defensa natural del río. En un principio parecía que no les importábamos, pero nos movilizamos y nos escucharon. Finalmente, el Gobierno de la provincia y la Municipalidad la dejaron para una segunda etapa.
Los especialistas determinaron tres puntos en los que el río, de sus 34 y pico de metros de ancho, estaba en 14. Uno es antes de Villa Oeste, en donde algo hicieron (al frente del Arenero), otro pasando nuestro barrio y otro más cerca de Aguaclara. El que realmente abría el desagüe natural es el que se está ejecutando, en consonancia con las nuevas tendencias en materia ambiental (como hace Holanda), que es la recuperación de lo natural. El río Ctalamochita en su desborde descomunal marcó todas las salidas naturales, excepto, curiosamente, la de Cañada de Castañones, que se conocía por los mapas antiguos.
Esas defensas no son lo mismo que paleocauces o meandros, son defensas que ante desbordes descomprimían y salía tal vez algo parecido a un 20% del cauce, corría a campo traviesa y alcanzaba el río un poco más adelante.
Fui a ver el zanjón que se empezó a abrir, es una muy buena obra. Defiendo su culminación. El objetivo es que se ensamble sobre la rotura de la ruta 2, en donde debería ir un puente, aunque colocaron módulos grandes y se supone que el agua correrá. La canalización está marcada hasta ahí, pero tiene que seguir por lo menos hasta alcanzar el puente negro hecho por los ingleses y luego continuar campo traviesa hasta los arroyos, para desembocar en el Ctalamochita más adelante.
Soy férrea defensora de la Cañada de Castañones y ruego que la terminen. El municipio de Villa Nueva hizo lo que pudo, aunque todos sabemos que no tiene los recursos que poseen otras localidades.
Además se ha realizado un ensanchamiento a la altura de Villa Oeste, pero dejándonos un “regalito”: unas montañas de tres metros y medio, árboles cortados y todos apilados generándonos un dique que no sabíamos cuál sería su consecuencia. Cuatro vecinos bajaron semejante montaña porque sabíamos que si se compactaba, no la sacábamos más.
Afortunadamente ampliaron el río, pero quedó algo absurdo, como un poste de EPEC al que las máquinas no podían mover y que permanece en un punto en donde el Ctalamochita quedó a 14 metros. Es insólito, con todo el trabajo que se realizó para ampliar su ancho.
-¿Qué análisis han efectuado sobre los terraplenes construidos a la altura de Vista Verde, en Villa María?
-Cuanto menos ha sido una obra apresurada. En el momento de la inundación, lo que debía hacerse es trabajar integradamente toda la cuenca. Hicieron un terraplén más largo aún porque se construyó desde el puente Andino al barrio Mariano Moreno. Sacaron 20 metros de costa en desmedro de la villanovense.
Si algo nos enseñó a muchos esta catástrofe es la solidaridad. No entiendo lo que hicieron, cuando todavía no se habían secado las calles y nosotros no habíamos regresado a nuestros hogares. No fue una decisión de Villa María, tal vez fue solicitada por Villa María por el reclamo de algunos sectores barriales; agarraron, a mi modo de ver, a algún funcionario de la Provincia a las apuradas y se obtuvo la autorización. La Secretaría de Recursos Hídricos argumenta que se analizará el comportamiento de lo que llaman azud. Lamentablemente, su repercusión la veremos en una inundación alta.
Nos dijeron que había obras previstas para Villa Nueva, siendo que nosotros estuvimos inundados con un terraplén enfrente y con desagotes villamarienses dirigidos directamente al río. Así estamos nosotros, inclinados por lo geológico y por lo que nos terminó de regalar Villa María, una ciudad a la que quiero, pero que hizo algo injusto... Es como el dominio del más poderoso.
Nosotros no queríamos que nos taparan el río, pero no somos dueños de la ribera, si las autoridades consideraban que debía hacerse, tenía que hacerse. No lo estudiaron, se usaron otra vez más de 20 metros de ribera, algo dicho por un topógrafo, y todo en desmedro de Villa Oeste.
Villa María debe evaluarlo, porque no sé hasta qué punto no encajonó a sus barrios. Nosotros tuvimos la suerte de que el agua entró pero se fue.
Creo que si hoy tenemos una desgracia, el agua se va a ir más rápido porque hemos conseguido la ampliación del río y por la obra de salida natural, realizada a medias porque el municipio incurre en eso de suspender las tareas, y en esa postergación a veces se destruye lo ya realizado.
Aclaro que Cavagnero siempre nos escuchó. Nos ayudó muchísimo durante la inundación, hubo empleados, policías y bomberos que no durmieron por 48 horas. La comuna en lo que ha podido colaboró.
-¿Cuál es la evaluación que se hace del dragado?
- El río no se dragó, sino que se hizo una extracción de los áridos que dejó la inundación. Un dragado es algo muy complejo, que requiere de maquinarias importantes, es casi una utopía. Lo que se hizo es extraer arena para volver las cosas al estado anterior. A la altura de Puerto Madero se sacó la isla y está bastante bien y al frente del Arenero se bajaron árboles, lo que descomprimió el cauce del río.
-¿Hubo alguna autocrítica por residir al lado del río?
-Nosotros nos hacemos cargo. Yo diría que la palabra no es autocrítica. Nos hemos hecho responsables de edificar en un terreno que forma parte de un meandro del río. Esto tiene una explicación: llegamos allí para tener una quintita y nos enamoramos del lugar, entonces empezamos a poner cosas y cosas y nos olvidamos de estos sucesos, que hace muchísimos años que no se registraban. Confiábamos en el dique Piedras Moras como regulador de crecientes y además esta lluvia es una catástrofe natural, nos guste o no nos guste. Pero también hay que decir que Villa Oeste viene siendo dañado sin ningún tipo de solidaridad, pese a que venimos reclamando desde la costanera desarrollada en la gestión de Miguel Veglia, cuando se levantaron paredones.
Geológicamente Villa Nueva está más baja que Villa María, pero si del otro lado de la costa terrapleneás el río, le estás tirando mayor cantidad de agua a Villa Nueva, más que nada en la zona de la curva, que es la parte más peligrosa. Además, en 2004, a la altura del Vista Verde hicieron un terraplén simplemente para defensa de ellos, sin importarles las consecuencias. Nuestro centro vecinal ha presentado desde entonces notas a la Intendencia advirtiendo que ese accionar, sumado a la costanera, nos iba a perjudicar. Hoy dicen que hemos construido nuestros patios en el río, algo que no es verdad. Desde 2004, el río perdió cuatro líneas de sauce de esta orilla. El agua fue erosionando su costa hasta llegar lo más cercano a los patios.
Hoy nos estamos recuperando.
-¿Todos han retornado a sus hogares?
-El invierno fue desolador, porque hacía mucho frío y la gente no podía ir y abrir por media hora, pero en esta temporada se ha dado un fenómeno: hay muchos inquilinos. Es inexplicable. Y los habitantes han restaurado sus casas a la medida de sus posibilidades económicas.
Desmanejo
Giampiccolo trató de ser cautelosa, agradeció tareas públicas y valoró que funcionarios los escuchen, pero no se privó de comentar nada.
“El Gobierno de la provincia y los municipios nunca se preocuparon por el tratamiento del río, algo que sí hizo, por ejemplo, Santa Fe.
Hay, como mínimo, 30 años de desmanejo por parte del Estado cordobés. Crecientes ha habido siempre y cada una tapó brazos naturales, dejó bancos de arena y después los productores rurales taparon y pusieron soja”, afirmó.
“Lo ocurrido son fenómenos que se pueden dar cada 100 años. Hoy tenemos dos factores de riesgo que se suman a esos ciclos de lluvia: el cambio climático, que lo vive el mundo entero, y los incendios forestales en la cuenca alta del Ctalamochita. Las lluvias extraordinarias se produjeron allí arriba, no nos preocupaban las de acá, pero después estas ayudaron a que no se secaran las napas. Además, influye el desmonte intencional de bosques. La Ley de Bosques a nivel nacional había salido hace rato, pero desde el Gobierno de Juan Schiaretti se demoraron en reglamentarla. Mientras tanto, desmontaron y desmontaron para sacar más hectáreas para soja y obtener la buena leña de árboles nativos. Me refiero a lo que sucedió en todo el territorio de Córdoba. Eso es responsabilidad de la Provincia y quiero dejar bien en claro que si bien hay responsabilidades de municipios, en lo que hace a actividades sobre el río la autoridad de aplicación es la Provincia”, recalcó.
F1: “Si algo nos enseñó a muchos esta catástrofe es la solidaridad. No entiendo lo que hicieron en Villa María, cuando todavía no se habían secado las calles y nosotros no habíamos regresado a nuestros hogares”, dijo la letrada, que en la imagen muestra hasta dónde creció el agua en febrero pasado, más de un metro y medio.
F2: “Hay, como mínimo, 30 años de desmanejo por parte del Estado cordobés. Crecientes ha habido siempre y cada una tapó brazos naturales, dejó bancos de arena y después los productores rurales pusieron soja.