El visitante veraniego, para sentirse atraído, necesita playa, necesita paisajes bonitos, necesita eventos culturales, pero también necesita comer rico. De ahí que Villa María, en su afán por convertirse en referente turístico del centro del país, haya preparado un circuito gastronómico que bien cubre aquel último aspecto. Se trata de un recorrido que locales y foráneos podrán realizar a su gusto y a su tiempo, pasando revista a los cafés, comedores familiares, parrilladas y restaurantes temáticos distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad, y organizados en distintos sectores.
Además, a la propuesta se le suma la llamada Ruta del Queso, que aún estando en etapa de organización, brinda la oportunidad de probar los deliciosos productos lácteos de la región, una de las más galardonadas en la materia a nivel nacional.
Cuatro zonas
Desde la Dirección de Turismo, han denominado al paseo “Villa María Da Gusto”, título que da cuenta del repertorio: una multiplicidad de establecimientos en donde los visitantes pueden degustar lo mejor de nuestra gastronomía regional, tan sabia en carnes y en comidas traídas por los descendientes italianos al corazón de Córdoba (las pastas y pizzas de protagonistas), y que desde hace varios años incursiona en otros platos internacionales (hay locales especialmente dedicados a la cocina mexicana, española, vasca y japonesa, por ejemplo). A ello se le suma el universo de los pescados y mariscos, ingredientes que de a poco van ganando terreno en los menús de los emprendimientos villamarienses.
En concreto, el circuito está dividido en cuatro zonas: “Centro Norte”, “Centro Sur”, “Parrillas” y “Costanera”. La primera se focaliza en los alrededores de la plaza Centenario, sector que cuenta con la mayoría de “clásicos” de la ciudad y que incluye a los café-bar de la Peatonal. La segunda, abarca fundamentalmente a los sitios del rubro ubicados al otro lado de las vías, muchos de ellos de tinte algo más “alternativo”. La tercera, en tanto, nuclea a las 10 parrillas desparramadas en el área de la terminal y el bulevar Alvear/España.
Finalmente, la zona costanera comprende a una decena de locales emplazados a la vera del Ctalamochita, desde calle French (en barrio Sarmiento, cerca del Cristo), hasta las inmediaciones del Anfiteatro.
A puro queso
El Circuito Gastronómico se complementa con la visita a la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL). Allí es posible observar el proceso de fabricación de los quesos, y probar las distintas especialidades de la casa. A la lista la componen el Cuartirolo, el Por Salut, el Tybo, el Gouda, el Edam, el Sardo, el Romano, el Provolone, el Sbrinz y el Muzzarella, todos en su variedad “Argentino”. El emprendimiento, ubicado en calle Rawson (barrio Trinitarios), es uno de los referentes del ámbito quesero a nivel nacional.
Hace algunos años atrás funcionaba la “Ruta del Queso”, que además de la ESIL incluia un tour por las empresas Lácteos La Angela y Lácteos Capilla del Señor. Mientras que este último dejó de funcionar, La Angela todavía está adecuando las condiciones de la planta para poder recibir a turistas e interesados en aprender sobre sus procesos de producción, conocer el tambo rodeado de animales de granja y saborear las variedades de queso Cremoso, Sardo, Pepato Saborizado y Holanda.
De cualquier manera, los interesados en recorrer las instalaciones de la ESIL, podrán programar un tour guiado a través de la Unidad Ejecutora Villa María Deporte y Turismo: avenida del Libertador General San Martín esquina Buenos Aires (frente al lago), teléfonos (0353) 4618618/ 4618619.