Técnicos del INTA participaron en el desarrollo de un prototipo que detecta, durante la cosecha, el nivel de proteína, grasa y almidón presente en los granos de trigo, cebada, soja y maíz. Esta información anticipa la calidad de la producción y determina su potencial para comercializarla con un valor diferencial.
“Esta herramienta facilita la aplicación de diferentes estrategias de manejo para mejorar la calidad de los granos y la diferenciación de la producción a campo, dos factores que promueven el agregado de valor en origen”, aseguró Andrés Méndez, especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi –Córdoba–.
El técnico resaltó la importancia que le significa al productor el hecho de conocer anticipadamente la calidad de la producción. “En el caso de la soja, es fundamental conocer los valores de proteína y de aceite que tienen los granos antes de ser enviados a la extrusora, ya que eso evita elaborar un producto que no alcanza el estándar deseado”, explicó.