Escribe
Diego Bengoa
DE NUESTRA REDACCION
La Administración Provincial de Seguro de Salud (Apross) no cumple con la cobertura que debe brindarle a Nicolás Bizzarri (25), un joven profesor de Educación Física que sufrió un accidente en las sierras de Córdoba el 25 de enero del año pasado, del cual le sobrevino una discapacidad. Así lo indicaron el instructor deportivo y su padre, al dialogar con EL DIARIO en su casa de barrio Parque Norte.
Por una medida cautelar, la obra social Apross se vio obligada a atender diversas cuestiones que hacen a la rehabilitación del joven, pero “cumple menos de la mitad” de lo que necesita, según el entrevistado.
“Nosotros presentamos un recurso de amparo a través del cual pedimos transporte, rehabilitación, enfermería, acompañante terapéutico, farmacia, descartables. Resultó a favor nuestro, pero lo que ofreció la obra social no llega siquiera a la mitad de lo que necesitamos por mes”, aseguró Nicolás.
“Ahora estamos esperando una silla de ruedas que terminamos pagando nosotros con la ayuda de la gente que mientras estuve internado en Córdoba ha colaborado. La obra social nos dio una que no cumple con las características necesarias para mejorar mi calidad de vida; no tiene el tamaño que tiene que tener ni las comodidades, es más pesada. El precio de una silla es de 70 mil pesos y hablo de una silla común, no es motorizada”, precisó.
Desde el inicio, siempre su familia tuvo que renegar para conseguir lo que Nicolás requiere por su cuadro. Por ejemplo, al salir de la clínica cordobesa en la que estuvo internado, la obra social le dio 20 anticogulantes cuando, en realidad, “necesitábamos más de acuerdo a la prescripción médica”.
“Actualmente también hay demoras en autorizar medicamentos. Tenemos que ir dos o tres veces a la Apross a pelear hasta lograr conseguir algo”, comentó.
“Pese al recurso y a que la ley nacional obliga a una cobertura total, no nos dan el apunte, regatean. Los gastos son muchos. Uno nunca sacó el cálculo, pero la rehabilitación cuesta entre ocho y nueve mil pesos por mes. A eso hay que sumarle medicamentos, descartables, todo lo demás que se va necesitando”, añadió su papá ante las preguntas de este cronista.
Tarea diaria
El pibe hace rehabilitación por un promedio de tres horas y media diarias. Los lunes y martes asiste dos horas y los miércoles, jueves y viernes va cuatro horas a Despertares, en calle San Juan 685; allí tiene kinesiología y terapia ocupacional.
Anteriormente realizó estas tareas de recuperación en Córdoba, luego de obtener el alta en la Clínica Vélez Sarsfield, donde estuvo internado 78 días a consecuencia del accidente.
El profesor de Educación Física presenta una lesión medular que le causó tetraplejía.
“Estábamos de vacaciones con amigos, me tiré de cabeza y había una piedra en el fondo que no se veía”, narró sobre el episodio que desencadenó el cuadro.
Nicolás no se arrojó de determinada altura ni desde la orilla, sino que ya estaba metido en el curso del río, en el balneario La Olla, en Santa Rosa. El agua le daba a la rodilla, estaba helada y oscura y decidió zambullirse, con la mala suerte que impactó con una piedra.
“Por suerte ahí cerca estaba un chico de La Plata que había sido guardavidas y conocía el lugar, entonces, apenas me vio, corrió a sacarme porque se dio cuenta que iba a impactar con algo. Me tuvo mientras esperamos la ambulancia, que demoró bastante. Estaba consciente, algunas cosas me acuerdo y otras no”, describió.
Pasó por la clínica de Santa Rosa y posteriormente fue derivado a Córdoba, donde lo operaron y permaneció 78 días. En sus últimas jornadas en ese centro asistencial, este joven león comenzó a rehabilitarse, algo que no abandonó en el semestre que estuvo instalado en la capital de la provincia (con cinco horas diarias) ni ahora en esta ciudad.
-Has progresado mucho.
-Sí, tuve muchos adelantos y mejorías. Antes directamente no podía moverme, sólo flexionaba el codo del brazo izquierdo hasta que la médula se fue desinflamando y con la rehabilitación mejoré y recuperé los movimientos que hoy tengo.
Desde la actividad física, su pasión, se hizo conocido trabajando en diversos lugares. Por eso es que mucha la gente lo quiere, le demuestra su cariño y lo alienta a continuar recuperándose. Cuando EL DIARIO le comentó esto, se sonrojó: “Yo no sabía que me querían así hasta que me pasó esto. Estoy muy agradecido a todas las personas que colaboraron y colaboran”, subrayó.
El papá de Nicolás fue claro en que la obra social, sin dar ninguna razón valedera, no cumple con la totalidad de lo que el joven necesita. O ha “ofrecido cosas que a mi hijo no le alcanzan, él requiere de un tratamiento específico”.
Ahora estamos esperando una silla de ruedas que terminamos pagando nosotros con la ayuda de la gente. La obra social nos dio una que no cumple con las características necesarias para mejorar mi calidad de vida”.
Actualmente también hay demoras en autorizar medicamentos. Tenemos que ir dos o tres veces a la Apross a pelear hasta conseguir algo”.
Fotografías: 1) Es profesor de Educación Física y hasta el momento del accidente se desempeñaba laboralmente en diversos ámbitos deportivos de la ciudad, lo que lo hizo conocido y por lo cual se ganó mucho afecto
2) Nicolás Bizzarri expresó su agradecimiento a todas las personas que lo han ayudado y actualmente siguen colaborando ante lo costoso que es el tratamiento