Repletas de gente. Así están las playas de Villa María y Villa Nueva durante los fines de semana y con muy buena concurrencia también de lunes a viernes. A tono con el particular, EL DIARIO preparó un listado de los balnearios locales más importantes en esta temporada 2015, con todo lo que cada uno ofrece al usuario (vale subrayar que todos cuentan con servicio de bañeros). Para que tomen nota aquellos paisanos que todavía no hayan saboreado sus bondades y los turistas que anden deseosos de conocer el panorama general.
Santa Ana
Hace 15 años atrás era de los menos visitados, pero con el tiempo hizo estallar su popularidad. Sin embargo, continúa siendo una playa de marcado ambiente familiar. Su sector de arena ganó en tamaño con respecto a años anteriores, lo que lo convierte en favorito de los amantes del sol. Esta temporada difícilmente contará con parador, ya que el mismo (en años anteriores se llamaba “Me matan limón”), aún se encuentra en obras. Rica oferta de arboledas y sombra, así como asadores y mesas, potenciada por la extensión de la avenida costanera hacia el barrio Barrancas del Río.
Bajada Entre Ríos
Es el espacio verde por excelencia. Destaca a partir de una amplia alfombra de césped que pegada al río le da un paisaje distinto al del resto de los balnearios, ideal para que jueguen los niños. La sombra de los sauces linderos a la tenue correntada es un canto a la frescura, aun cuando el área de playa, de frente a los árboles, ha perdido algo de atractivo debido a la crecida del año pasado. Es conocido entre los adolescentes por la plataforma desde la que se lanzan al agua, cerquita de las compuertas. Cuenta con quiosco y gran cantidad de mesas y asadores de todo el circuito.
Playa Libre (bajada Parque Yrigoyen, Villa Nueva)
Está ubica en el sector de la Posada del Deportista, y es la más reciente. Fue “Moldeada” por la Municipalidad de Villa Nueva, removiendo árboles y dejando una bajada para el acceso al agua, luego ataviada con pasarelas y farolas. Es el único balneario propiamente dicho de la vecina ciudad.
Lago (Balneario Mulinetti)
Aunque muchos lo consideran dueño de las mejores postales de la ciudad, es por lejos el balneario menos concurrido. Recomendable para el que quiera nadar o practicar deportes acuáticos (se ven bastante kayaks y tablas de windsurf), alejado de las masas. En la mayor parte de sus dominios, no supera el metro de profundidad, lo que lo vuelve muy poco peligroso. Aunque no tiene playa de arena (el fondo es de barro), su circunferencia con paseos de madera y extensos espacios verdes lo convierten en un área óptima para disfrutar de cielos diáfanos. Destacan los juegos para niños, la pequeña colina artificial y la ausencia de asadores. Se pueden alquilar kayaks en la costa cercana al Reloj de Sol.
Puerto Escondido
La otrora “Playita Z” presenta mayor contacto con la naturaleza, y en algunos tramos hasta pintas salvajes. Muy agradable resulta recorrer el bosquecillo que precede a la playa, un vergel que cuenta con puentes de maderas artesanales para surcar los brazos del Ctalamochita. En el ingreso (sobre calle Solís de barrio Palermo) acoge un bar con música y un quiosco con mesas y sombrillas (también se alquilan kayaks), y en la zona baja una cancha de vóley playero y bifurcaciones del río que forman una pequeña isla.
Puerto Madero
En barrio Mariano Moreno, es el más popular de todos, con un público variopinto. Goza de vastas zonas de arena, que explotan de visitantes cada fin de semana, y se muestran algo más bucólicas el resto de los días. Sobresale el sector que separa a la playa de la avenida costanera, próspero en asadores y espacios para el almuerzo. Cuenta con un parador con música, servicio de bar, mesas y sombrillas.
El Arenero
En barrio Vista Verde, frente a las costas de Villa Oeste (en Villa Nueva), el balneario (de gran concurrencia en los últimos veranos), ha sufrido los avatares de la creciente del año pasado como ninguno. Las inundaciones acabaron con su parador, cancha de vóley y varias de sus mesas y asadores. Hasta la semana pasada, el lugar presentaba un paisaje penoso, con montañas de arena y máquinas todavía trabajando en las refacciones, lo que despertó las críticas de muchos vecinos. La Municipalidad recién lo puso en condiciones hace algunos días, aunque todavía le faltan trabajos para recuperar su impronta de antaño.