Desde el primer día de este mes, la Clínica de la Familia, dependiente del gremio camionero, puso en marcha un convenio con PAMI, por el cual el centro de salud de avenida Larrabure se convirtió en efector complementario para una vasta región circundante a Villa María.
Según explicó a EL DIARIO el director del nosocomio, Darío Quinodoz, “los afiliados al PAMI seguirán vinculados a las respectivas clínicas y sanatorios por los que optaron. Nuestra misión será atender a las personas que por cualquier situación especial no puedan recibir la contención del centro sanitario al que asisten regularmente”.
El Sindicato Obrero de Choferes Camioneros y Ayudantes de Córdoba tiene autonomía respecto de la federación nacional a la que pertenece, por lo que suscribe convenios en particular con obras sociales. Con el PAMI ya existe uno en marcha con buen éxito en la ciudad de Río Tercero.
Ante un problema no resuelto que afronta el paciente debe concurrir a la sede local del PAMI (sigla de “Por una Argentina con Mayores Integrados”) y solicitar una orden prestacional, trámite que habilita a la Clínica de la Familia III a recibirlo como paciente para cualquier tipo de prestación. Eventualidades tales como carencia de especialista, demora en la obtención de un turno o cualquier otra situación, es considerada y factible de ser autorizada por el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, tal el nombre legal del PAMI.
Antes de la firma del convenio, la clínica sorteó satisfactoriamente una auditoría de la obra social nacional, que incluyó la inspección ocular de cuatro enviados.
En otro orden, el director Quinodoz dijo a nuestro cronista que “esta clínica cumplirá el mes próximo sus primeros tres años, y está en la etapa de construcción de la confianza en la comunidad a la que sirve. Esto no es un restorán que se llena a las dos semanas que se inauguró. Arrancamos de cero, sin convenios masivos, por lo que construimos nuestro prestigio en base a la buena atención y al comentario que hacen las personas que nos van conociendo”. Como ejemplo, citó que en 2012 se practicaron 344 cirugías, mientras que 2014 cerró con 1.200.
“Mes a mes, no hemos dejado de crecer en los índices de prestación”, resaltó el directivo.
Explicó que el centro sanitario está “a poco tiempo de lograr su autofinanciación, lo que si bien es deseable, no es una meta en sí misma, ya que es una institución que depende de una organización sindical, es decir sin fines de lucro, sólo perseguimos el equilibrio financiero”.
Resaltó que “el sindicato sigue invirtiendo en la clínica, lo que se ve, por ejemplo, en las obras para la lavandería, que va a servir a las tres clínicas de la provincia, y también a los hoteles de la organización. Es una inversión muy importante”.
En cuanto a la relación con los profesionales, puso de relieve que “aquí, una vez que se firma un convenio, están comprendidos todos los servicios y todos los médicos, de manera que los eventuales conflictos no los debe padecer el paciente”.
La Clínica de la Familia realiza permanentes encuestas a sus pacientes, y tras considerar la opinión de estos, se los llama por teléfono para dar respuesta a sus inquietudes. “Nuestra filosofía es intentar humanizar la Medicina, al punto que concebimos que quienes vienen a atenderse no son pacientes, ni menos clientes o usuarios, sino personas”.