Oriundo de Villa Allende visita todas las tardes a sus amigos de la Terminal de Omnibus de Córdoba. Allí va mostrando los insectos, animales y paisajes que puede capturar con su cámara. Vamos a adentrarnos en la actividad de Luis Ferraretto, Luisito para sus amigos, quienes lo llaman así por su tamaño.
Luis padece de enanismo y sumado a sus 65 años muchos podrán decir que no puede dedicarse a la fotografía, o a ninguna otra actividad, pero este hombre, este pequeño hombre demuestra día a día que se puede hacer lo que se quiere y se sube siempre a la aventura de fotografiar a cualquier lado que vaya.
“Apenas me recibí no pude dedicarme a esto, eso fue en el año ‘65 en la Escuela de Fotografía de Córdoba y fue por problemas económicos, pero nunca es tarde y es bueno lograr hacer lo que a uno le gusta.” Luis cuenta que tuvo que vender sus bienes para poder comprarse una cámara digital cuando la tecnología cambió.

Fotos naturales

Sacando sus fotos para ser testigo de las cosas que consigue capturar con sus cámaras, nos confiesa: “Me gusta sacar de todo, aunque prefiero más que nada la naturaleza. Lo que es social no me gusta tanto. Lo que pasa es que sacando a la naturaleza te das cuenta de muchas cosas, por ejemplo, que con los fertilizantes se están mutando los insectos y ya hay casos en que no se reconocen. Me pasó en la universidad que pensaba que había fotografiado a una abeja y era una mosca. Esas cosas me ayudan, porque me pidieron que cuando encuentre estos insectos raros se los lleve”, afirma.
El siempre está en las sierras, buscando sus mejores fotos. Aunque ahora va a ir un poco mas allá: en marzo visitará las Cataratas, donde las mejores especies de aves y de plantas lo esperan para poder ser parte de su colección personal.

Ningún obstáculo

“El único obstáculo que tengo por mi cuerpo, mi tamaño es para las fotos sociales, por el hecho de que no me puedo meter en cualquier lugar. Pero como no me gusta sacar las sociales, es decir choques, protestas etcétera, no me preocupa”, dice Luis refiriéndose a un posible impedimento por su estatura. Y remata: “Eso sí, el único obstáculo en serio es no llevar la cámara (risas)”.

Viejos son los trapos

Si bien tiene 65 años, Luis dice que siempre se está a tiempo y lo aclara con sus historias, sus anhelos, sus expectativas. “Busco cosas que todavía no encontré. Sacar una foto en la que el mundo exclame de sorpresa, de admiración, que le guste, o también que se quede en la memoria de todos. Por ejemplo, las dos mejores fotos que vi y que me marcaron sin lugar a dudas fueron la de un nene desnutrido en Africa sentado y un buitre desde atrás mirándolo fijo como esperando su muerte y la otra impactante fue la de los chicos en Vietnam corriendo tras la invasión de los yanquis.”
Así, Luis, mientras cuenta la historia de cada una de sus fotos, comenta: “Mis mejores fotos son todas. Por eso siempre busco el paisaje ideal o las mejores flores. Como quien dice, son todas hijas mías”.

Sus objetivos más importantes

“Si bien voy cada tanto a llevar mis trabajos a los diarios La Voz del Interior y a Día a Día, se que mi mayor sueño y objetivo es aparecer en la Nathional Geographic”, nos dice Luis que no se anda con chiquitas. Es que lo que lo motiva a seguir sacando son las fotos que aparecen en la revista y que para el son “simplemente increíbles”. Aclara que “no es desmerecer a los diarios, porque yo no quiero trabajar así. Yo ofrecí que por si algún día saco una foto linda que les guste se las envío”.
“Quiero que me conozcan, quiero que mis productos se vean más seguido, por eso me vendría bien una muestra, en cualquier lugar.”
“Aparte, los dueños de la casa donde compro las cámaras pueden hacerme contactar con el representante de Argentina de la Nathional (Geographic) y te cuento que estoy muy entusiasmado, aunque tranquilo.”
“He participado de concursos de Nathional Geographic y mi sueño es éste. Tratar de sacar alguna foto como las que sacan en esa revista que son señores fotógrafos, para eso tenés que ser muy bueno, aunque sueño con la posibilidad del contacto.” Confiesa Luisito.
Este es Luis, Luisito, el mismo que dice que hay que conocer mucho a alguien para hablar de él. El mismo que sueña y que sueña a lo grande.
Juan José Coronell
Especial para EL DIARIO