El domingo pasado, Biblioteca Rivadavia disputó su primer partido en la Liga A2 de vóley, que finalizó con una apretada derrota en carácter de visitante ante Sonder de Rosario, uno de los candidatos al título (3-2). Luego del debut, el director técnico Cristian Ambrosini dialogó con EL DIARIO sobre las impresiones que le dejó su equipo en el arranque de esta importante competición a nivel nacional, que es organizada por la Federación de Voleibol Argentino (FEVA).       

“Nos tocó un comienzo muy duro, contra uno de los llamados grandes de la categoría y encima en cancha de ellos. Sonder es un equipo que se ha reforzado muy bien, y que apunta a ascender a Primera división. De cualquier forma les jugamos de igual a igual, haciéndoles un buen partido, y a punto de ganarlo incluso”, señaló Ambrosini. 

En ese sentido, el exjugador del desaparecido Villa María Vóley habla de la sensación ambigua que les dejó el cotejo disputado en la ciudad santafesina: por un lado de satisfacción, al traer un valioso punto de la casa de uno de los máximos aspirantes a lograr el ascenso. Y por el otro de amargura, al haber estado tan cerca de una victoria que hubiera significado la gran sorpresa de la primera fecha. 

Cabe recordar que Rivadavia estuvo dos sets arriba al inicio del tercer periodo, con chances concretas de definirlo en el cuarto e incluso en el quinto, donde se encontró varias veces dominando el marcador, para luego acabar perdiendo 16-14. “La bronca es por haber desperdiciado la oportunidad. La mayoría fueron errores nuestros, por una mala gestión de la pelota, y no debido a errores no forzados. Fue un partido dinámico y pudo haber sido para cualquiera”, analizó Ambrosini. 

Con todo, el entrenador principal del conjunto “Canario” definió al comienzo de la competencia como “muy positivo”, en relación a los objetivos trazados en la actual temporada por el plantel que comanda: “Más allá de todo, las sensaciones que nos llevamos son muy buenas. Pensamos que lo que hicimos en Rosario es la base de lo que podemos dar, y a partir de allí no tenemos techo. Hay mucho por mejorar y por crecer, desajustes que corregir y mucho que entrenar. Pero estamos en la buena senda”. 

Consultado por nuestro matutino, Ambrosini señaló que Rivadavia no tiene mayores objetivos “en cuanto a resultados”, sino en lo relacionado con el crecimiento y desarrollo de los jugadores jóvenes “No hay que olvidar que el nuestro es un equipo compuesto en gran parte por deportistas del semillero de la escuela. De los 17 que conforman el plantel, 11 son nacidos en la institución, la mayoría con poca experiencia. Igual, clasificar a la segunda ronda lejos está de ser un imposible, porque tenemos material de calidad para lograrlo”, recalcó.