En Villa María concurren todos los años equipos de clubes llamados “grandes” que son reconocidos internacionalmente y eligen el Mundialito como trampolín para sus chicos, también con la obvia intención de llevar trofeos para sus vitrinas. Son varios los técnicos que acompañan a estos equipos y que son conocidos por haber sido jugadores profesionales. Pero también se llegan a la ciudad, como ocurrió en todas las ediciones, los “cazadores de talentos”, esos exfutbolistas o entrenadores que observan a los chicos talentosos para ofrecerles llevarlos a sus clubes.