Diariamente, vecinos de Villa María y Villa Nueva concurren a nuestra Redacción para pedir públicamente soluciones. En la mayoría de los casos, la demanda está centrada en el estado de las calles, los pozos, las lagunas que se forman, los yuyos en los baldíos...
En este caso es diferente. Ramona Angela Cabrera es una mujer de 75 años que ayer, consternada, llegó a nuestra sede para pedir que cese el ataque a nichos de su familia.
Luego de presentar una denuncia ante la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno, por “daño” (exhibió la constancia de la misma) Ramona le contó a EL DIARIO que desconocidos rompieron el vidrio del nicho en el que descansan los restos de Estela Maris Aranda, su hija, fallecida en noviembre de 2007, hace un año y medio.
Señaló que ayer le comunicaron desde el cementerio La Piedad el hecho. El episodio se habría registrado el jueves.
“Con un florero de cemento, con la inscripción ‘Bernardi’, rompieron el vidrio del nicho”, indicó.

Tres veces

La señora, pensionada y habitante de Villa Nueva, contó que años anteriores fue atacado el nicho que guarda los restos de su nieta, hija de Estela.
“Tres veces lo atacaron, a tal punto que pusieron rejas”, apuntó.
Conmovida, Ramona, mamá de otros cuatro hijos, pidió que cese la violencia.
“Estoy tomando pastillas para la depresión. No puedo asimilar la muerte”, dijo antes de retirarse -llorando- de este matutino, ayer a la mañana.