La cantante Soledad y el cantautor Pedro Aznar brillaron en la primera luna de Cosquín 2015 que amaneció ayer en las sierras cordobesas y como ocurrió hace algunos días atrás, en Jesús María, la Sole fue secundada en voces por el músico villamariense Pablo Cordero, ya un habitual acompañante de la santafesina.
Alrededor de siete mil personas siguieron las actuaciones que se sucedieron sobre el escenario Atahualpa Yupanqui enclavado en la plaza Próspero Molina.
La Sole, quien cumplirá sus 20 años de trayectoria el próximo año e iniciará los festejos precisamente en Cosquín, de donde surgió, armó un show variado, potente y con puesta en escena, pasando por el folclore, la balada, el pop y lo latinoamericano.
"Dame una sonrisa" -adelanto del nuevo CD- , un mix de zambas con fragmentos de "Luna cautiva", "Mujer niña y amiga" y "Zamba para olvidar", al igual que con las chacareras "Entre a mi pago sin golpear", "Sólo pa' bailarla" y su primer éxito "A Don Ata", le dieron paso al baile de la plaza con espuma incluida para "Cómo te voy a olvidar", "El humahuaqueño" y "El tren del cielo", en varias de estas canciones acompañada por su hermana Natalia.
Soledad, junto a su banda dirigida por el bajista Pablo Santos, desplegó un interesante show basado en su repertorio habitual y estrenó nuevas composiciones de su próximo disco a editarse en marzo.
Como invitados participaron los cantantes Gustavo Corvalán y Pablo Cordero (ganador y coach del concurso televisivo La voz argentina, respectivamente), el Ballet Chúcaro y su hermana Natalia. De esta manera, los medios nacionales que cubren el festival coscoíno mencionaron al villamariense Pablo Cordero.
Pedro Aznar ofreció un repertorio de neto corte argentino y latinoamericano con el que brindó el toque de distinción a la primera velada de la 55ª edición del Festival Mayor del Folclore.
Aznar se ungió en una de las grandes figuras de la primera noche y desde la voz, la guitarra o el bajo y al frente de su trío, convirtió el festival en un verdadero templo de silencio para admirar un puñado de obras esenciales.
El artista de formación rockera y jazzera tributó a Violeta Parra y Víctor Jara y regaló unas versiones personales e impecables de la "Zamba del Carnaval", "Zamba para olvidar" (sólo con su guitarra), "Si llega a ser tucumana" y "La pomeña", para despedirse con "El seclanteño" ante el aplauso cerrado del público.
Párrafo aparte merece el lucimiento alcanzado en "Romance de la luna tucumana" y "Soledad José 1942", dos poemas de Atahualpa Yupanqui que musicalizó para el disco doble de Víctor Heredia, Por el gusto de cantar.
La actuación del ex-Serú Girán resaltó una velada que comenzó con las bendiciones religiosas y con la Orquesta Sinfónica de Córdoba dirigida por Guillermo Becerra acompañando las estrofas del “Himno Nacional Argentino” e inmediatamente y junto a Guitarreros, el Ballet Camín y la copla de Mariana Carrizo, compartiendo el “Himno a Cosquín.
Por su parte, Lázaro Caballero Moreno con su voz, el violín y su banda, acercó música formoseña y litoraleña, revalidando la consagración del año pasado, especialmente con la interpretación de "Homenaje al mencho argentino".