Nisman o los frutos de la obsecuencia
Una vez más nuestra historia se tiñe de sangre. ¿Suicidio?, ¿homicidio?, la polémica perdurará. Pero este episodio no puede desvincularse del “Memorando de entendimiento” con Irán, aprobado por la “mayoría automática”.
Esa aprobación no derivó de un juicio reflexivo y maduro, de los parlamentarios kirchneristas, sino de su espíritu de obsecuencia y sumisión.
Y, como triste y vergonzoso privilegio para nuestra ciudad, uno de esos votos pertenece a la señora Nora Bedano, legisladora nacional del Frente para la Victoria (FPV), vecina y exintendenta, que levantó su brazo para dotar de dudosa legalidad un documento concertado, diseñado para garantizar la impunidad de los prófugos iraníes y desvincularlos de la causa AMIA (ver página 4 de la denuncia de Nisman).
Como en un espejo, esta misma práctica de la docilidad y la mansedumbre es la que vienen aplicando nuestros legisladores municipales del oficialismo en Villa María.
No les importó jamás que el “Eninder”, los entes y el Instituto Municipal de Inversión (que ellos mismos parieron con sus votos) se transformaran en organismos propicios para desviar parte de los dineros públicos y así evitar su control institucional.
A ninguno le importó jamás el origen espurio del sistema de estacionamiento medido, derivado de una maniobra artera y delictual como fue la falsificación de una firma en un instrumento público.
Tampoco parece importarles que los entes (mediante falaces argumentos) siguen eludiendo una correcta rendición de cuentas de decenas de millones de pesos recibidos durante 2013 y 2014, dinero que proviene de los comerciantes, industriales y prestadores de servicios de nuestra ciudad.
Todavía esperamos explicaciones de la contadora Verónica Navarro Alegre, exconcejal del FPV y secretaria de Economía de Eduardo Accastello, que entregó al Tribunal de Cuentas un doble juego contractual de un convenio con una Subsecretaría dependiente de Julio De Vido.
Se trata de dos contratos exactamente iguales, salvo que en uno de ellos aparece misteriosamente una cláusula que varía sustancialmente el direccionamiento de nada menos que de 25 millones de pesos (del año 2009) a favor del Eninder (por una simple aplicación de las leyes del raciocinio y de la lógica, uno de ellos es falso de falsedad absoluta).
Guardan silencio sobre el descontrol de los dineros correspondientes al Plan “Techo Digno” por parte de las empresas adjudicatarias.
Las mismas se llevaron todos los fondos previstos, jamás cumplieron con los plazos pactados y ahora el peso de este desquicio lo están soportando los contribuyentes.
Silencio absoluto cuando se comprobó que el intendente Accastello y su jefe de Gabinete José Carignano firmaron, de espaldas a la ley, un contrato de alquiler sin la autorización previa y necesaria del Tribunal de Cuentas.
Me detengo aquí para no abrumar con otros casos en que se han violado de manera descarnada las normas de la Carta Orgánica Municipal (COM).
Los protocolos de resoluciones de los últimos siete años son el mudo y a la vez elocuente testigo de lo que aquí digo.
Y como única respuesta los tribunos, que simplemente cumplieron con el deber impuesto por los ciudadanos, fueron motivo de escarnio, ultraje y vilipendio por parte del señor intendente municipal y de algunos de esos mismos “legisladores municipales”.
La obediencia, el servilismo y el vasallaje son parte de los métodos que enseña Maquiavelo para llegar al poder, permanecer en él y acrecentarlo.
Y también para pasar a la historia como partícipes de la administración mas corrompida que haya conocido la historia de Villa María.
José B. Naselli, vocal del Tribunal de Cuentas, vecino de la ciudad
