A casi once meses de que explotara el caso, no hay imputados pero tampoco se cerró la investigación judicial abierta por situaciones presentadas en su momento como “irregulares” por parte de un grupo de padres de alumnos de la Guardería “La Vaquita Soñadora”.
Como se recordará, en marzo de 2014 un conjunto de progenitores de pequeños que asistían al conocido establecimiento de Nivel Inicial expuso públicamente diversos cuadros que no se condecían con el trato que debe tener la infancia en una guardería. Sin embargo, con el tiempo esas acusaciones originales se diluyeron.
Todo comenzó cuando una maestra jardinera que se encontraba trabajando “en negro” en la institución convocó a los padres y les contó que sus hijos eran maltratados verbalmente por las dueñas. También refirió situaciones de indiferencia de las mismas hacia los nenes. Desde el establecimiento desmintieron los hechos y lo vincularon a una represalia de la docente por las condiciones laborales (como el empleo no registrado).
El caso se judicializó y quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno de Villa María. Ahora, consultada por EL DIARIO, la fiscal Silvia Maldonado confirmó que no hay imputados pero que tampoco archivó la causa. Aclaró que este expediente no está siendo trabajado en período de Feria Judicial.
Por su lado, el abogado que representa a la guardería, Rodrigo Hayas, prefirió no hacer declaraciones “por el momento”.
En tanto, dos padres consultados por este matutino coincidieron en que no tenían novedades sobre la marcha de la investigación. No quisieron hacer manifestaciones públicas.
Una fuente de Tribunales especificó que lo que obra en el expediente es el relato de algunos padres. No se llegó a conocer la palabra de los niños y niñas en Cámara Gesell, que generalmente se utiliza para los casos de abusos sexuales.
El mismo interlocutor justificó la falta de conclusiones de la investigación hasta el presente: “Los fiscales tienen decenas de causas y sobre todo dan prioridad a las que tienen presos”.
Así las cosas, lo concreto es que pronto se cumplirá un año de la divulgación de supuestos maltratos en la guardería y no se logró ninguna conclusión, que permitiera cerrar -para ambas partes- una pesadilla.