La Asociación Civil de Discapacitados por Artritis Reumatoidea (ACDAR), fue fundada en el año 2008. Desde entonces, trabaja para hacer conocer esta terrible enfermedad y ayudar a quienes la padecen en Villa María, realizando charlas y proveyendo, en la medida de lo posible, medicamentos y elementos ortopédicos a los afectados.
De qué estamos hablando
Pero para empezar indagar en su compromiso, primero hay que precisar que es la artritis reumatoidea. Se trata de una enfermedad autoinmune (es decir, causada por el mismo organismo), que ataca y provoca deformaciones en diferentes partes del cuerpo, aunque con especial énfasis en las articulaciones de manos y pies. Su accionar degenerativo y sumamente agresivo, lleva muchas veces a que los pacientes que no son tratados a tiempo terminen en situación de discapacidad. Si bien es más común encontrarla en gente mayor, también aqueja a niños y adolescentes. Se calcula que dos de cada tres afectados son mujeres.
“Es una enfermedad espantosa, te ataca de distintas formas y en distintas partes del cuerpo, y te va paralizando, te va dejando inútil poco a poco. Lo peor es que como es tan poco conocida, la gente ni siquiera sabe que la tiene, y mientras más tiempo pasa antes de ser atendida con un profesional, más chances de que su condición se torne irreversible”, explica Juan Carlos Orengo, presidente de la entidad que fundó junto a su amigo Rubén Ballatore, quien a su vez sufre artritis reumatoidea.
En el caso de Orengo, el mal le fue diagnosticado hace 22 años, cuando tenía 49. Hoy, a los 71, cuenta lo traumático que resultó el trance: “Fueron muchos años de sufrimiento. Al principio me dejó postrado, estuve un año echado en el sillón, afectado no sólo física sino también mentalmente, con cuadros de depresión y angustia muy fuerte. Por suerte pude manejarlo, y hoy aunque apenas puedo caminar y me cuesta mucho levantarme de la cama, vivo mejor de lo que me hubiera imaginado”, asegura el otrora viajante. En ese sentido, subraya lo importante que ha sido seguir al pie de la letra las indicaciones del reumatólogo, realizando ejercicios diariamente en la pileta y tomando la medicación correspondiente (en su caso son dos pastillas diarias, una vacuna los días lunes y otra cada seis meses importada desde Alemania).
Los objetivos
ACDAR es una institución modesta y con muy pocos recursos. Condición que no obstante lejos está de frenar sus iniciativas, repartidas en distintos objetivos: primero, el hacer conocer la enfermedad (con tres o cuatro charlas por año en diferentes espacios públicos de Villa María), para que los ciudadanos sepan y sigan los pasos necesarios ante la aparición de síntomas (dolores físicos). Al respecto, Orengo dice que es fundamental la atención con el reumatólogo “y no con el traumatólogo, que en caso de artritis no tiene nada que hacer”.
Segundo viene el tema de las ayudas, tanto a través de medicamentos, cuellos Zimmer, muletas, sillas de ruedas y demás elementos ortopédicos. Y tercero, el apoyo emocional y el acompañamiento, que se brinda todos los días martes en las instalaciones del Centro Vecinal de barrio Trinitarios.
“El mensaje para la gente es que ante la aparición de dolores extraños se haga tratar con el especialista, que es el reumatólogo. Eso es muy importante. Un buen tratamiento a tiempo te soluciona un montón de problemas y mucho sufrimiento”, concluye emocionado Orengo.
Contacto
Para comunicarse con la Asociación, se puede llamar al teléfono (0353) 156579805. Las reuniones informativas y el acompañamiento se realizan todos los días martes a las 20.30 horas, en el Centro Vecinal de barrio Trinitarios (Leonardi 1090).