Transformación con dinero popular
Con mucha sorpresa recibí la factura de la Tasa de Servicios a la Propiedad del año 2015. Al compararla con la de años anteriores encuentro que con relación al año 2004 el aumento es del 2.690%
Concretamente, en 2004, pague por las seis cuotas (era bimestral el pago) 82,50 pesos y en el corriente año el pago de contado es de 2.301,44 pesos.
¿Qué justifica semejante aumento? La vivienda es la misma, no tuvo ninguna mejora y tan sólo tiene once años más de construida.
Los servicios son los mismos: agua, luz, gas natural por redes, pavimento que ya tenía diez años atrás. Estaba categorizada en Zona 6 y hoy aparece en Zona 3. El barrio en el que vivo es el Rivadavia y siempre estuvo en el mismo lugar, es un sector tradicional de trabajadores y jubilados.
En estos once años no recibió ningún servicio nuevo que justifique este tremendo aumento y si se compara con el Impuesto Inmobiliario de Rentas de la Provincia, hay una enorme diferencia ya que en 2004 pagué 330,30 pesos por todo el año y en 2015 aboné 1.979,10 pesos con un aumento del 499,20% que resulta más razonable.
Será esta la transformación que quiere llevar el intendente a la Provincia si es elegido como gobernador en las próximas elecciones. Mal nos va a ir con los futuros impuestos a los cordobeses.
Si tremendo impuestazo es para pagar la quema de fuegos artificiales o festivales callejeros, considero que deberían ser pagados por los ciudadanos que concurren a esos eventos y no toda la ciudadanía de Villa María.
Por último, un párrafo para el concejal Mario García, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio que votó estos aumentos. Le recuerdo que en el período 2004-2015, los trabajadores que representa recibieron un aumento salarial del 1.327%
¿Por qué aprobó estos aumentos de tarifas que representan más del doble de los aumentos salariales y que castiga los bolsillos de los trabajadores que dice defender?
Hugo Eusebio
DNI: 10.449.006
Que vuelvan las peñas
Señor director:
Pienso que el Festival de Peñas ya no es de "peñas", sino un gran negocio para pocos.
Quisiera saber por única vez que alguna persona de la organización me diga en qué se perjudican sacando las peñas de las costanera las noches del Festival.
Los que no podemos entrar a ver el magnífico espectáculo que brindan ¿qué hacemos? ¿Caminar como hormigas por la hermosa costanera que tenemos, comer un rico locro y ver los diferentes puestos de artesanos y emprendedores?
El año anterior se veían muy tristes las peñas sin sus músicos y sus bailarines.
Piensen en el pueblo, en las personas humildes con tres o cuatro criaturas que trabajan toda la semana esperando que llegue el sábado para poder salir en familia a ver y escuchar un poco de folclore.
Consideren a todos aquellos jubilados que apenas pueden llegar a fin de mes. Ellos también necesitan disfrutar de nuestras peñas.
Por favor les pido que pongan las manos en sus corazones y no en sus bolsillos. Piensen en todas esas personas que no pueden disfrutar de ese imponente Anfiteatro que tenemos.
¡Quiero que vuelvan las peñas los días del Festival como siempre fueron! Escuchen al pueblo.
Lila Aguilera
DNI: 16.465.174
“Ladran Sancho”
Con el efímero recurso de la descalificación personal, Verónica Vivó y Sebastián Capurro, en representación del PJ local (hoy mera sucursal del Frente para la Victoria), proyectan sombras sobre la labor ciudadana del edil Darío Capitani.
Con un ensañamiento digno de mejores causas, creen poder corroer (sin éxito) la ascendente imagen de Darío, hoy por hoy prodigado con pasión, valentía y sacrificio, en la construcción de un modelo de gestión, signado por el diálogo frente al caciquismo.
Ninguna autoridad puede caberle al señor Capurro quien, mientras se desempeñaba como concejal, fue beneficiado por una disposición irregular de fondos públicos (entonces $6.433) en concepto de “viáticos” por un viaje a Colombia, en violación a la Ordenanza 5.884.
Quizás Verónica Vivó pueda darnos detalles sobre la “agotadora” labor desarrollada por el presidente del PJ local, profesor Gerardo Adrián Russo, que por Decreto 1.487 del 12-12-11 viene percibiendo haberes del rango de subsecretario comunal (con un adicional especial del 15%), para cumplir la función de “jefe de Asesores”. Nunca pudimos saber cuáles fueron las tareas concretas de Russo, ya que ni siquiera conocemos tenga un despacho a tales efectos.
Pero si seguimos subiendo en la escala de las responsabilidades, qué le podemos achacar a Capurro y Russo, cuando el propio intendente Eduardo Accastello, percibió viáticos por un viaje de turismo (disfrazado de “razones de servicio”) al Vaticano.
Esta actitud de buscar la paja en el ojo ajeno, tiene una explicación: Darío Capitani ha logrado captar una adhesión creciente entre nuestros vecinos. El pánico cunde en las filas del poder. El fin de una era se acerca. Y las consecuencias pueden ser muy duras, si el próximo intendente dispone auditar las cuentas municipales.
Nunca tan vigente la frase del Quijote: “Ladran Sancho… señal que cabalgamos.”
José Naselli
Tribuno de Cuentas
vecino de la ciudad