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Stella Maris Martínez es la defensora General de la Nación |
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Tiene sobre sus hombros la delicada misión de supervisar, como defensora General de la Nación, los juicios por crímenes de lesa humanidad iniciados a militares y ex militares que formaron parte del proceso.
Stella Maris Martínez, hoy defensora General de la Nación, es hija de villamarienses y tras participar del lanzamiento del libro “La escritora”, realizado por su tía Olga Fernández Núñez compartió diálogo con EL DIARIO.
“En primer lugar lo que nos pasa es que no hay que minimizar el grave daño que le produjo a nuestro país la ruptura institucional, esto no es algo menor porque durante el período del terrorismo de estado se tergiversaron todos los valores, de los ejecutores y de los instigadores ideológicos de los ejecutores de delitos de lesa humanidad”, expresó la especialista en criminología.
“Se destruyó el tejido social y el ser solidario era un delito. Cuando se aniquila esto, es decir proyectos comunitarios, concepciones militancia ideología, volver a construirlo lleva muchísimo tiempo”, consideró la entrevistada.
“Nosotros, los argentinos heredamos muchos dramas de la dictadura. El proceso quebró muchas cosas en nuestro país y, entre otras cosas, quebró la existencia del militante de barrio. El que tenía una actividad con la gente, no hablo del señor que vive de la política, sino el señor que trabaja de otra cosa pero milita en política y está armando redes sociales”, consideró Martínez en la entrevista concedida a este matutino.
Además no podemos descalificar como coadyudante del Estado en que nos encontramos los años de presidencia del doctor Carlos Saúl Menem, también se emitían mensajes pero de un sesgo totalmente distinto: individualistas, triunfalistas, pasatistas, esto también contribuyó a destruir.
“Hace 25 años que recuperamos la democracia, pero no hace 25 años que estamos trabajando para consolidar una verdadera democracia. Eso es lo que nos pasa”, sintetizó la funcionaria.
Crisis de diálogo
“Yo me preocupo porque lo que aquí veo es una crisis de diálogo, tendemos con facilidad a generar antagonismos irreductibles y falta sentarnos a dialogar”, enfatizó la defensora General.
“Ningún país se construye sin sentarse a dialogar. Ahora que tenemos una gravísima crisis económica, que va a ir en aumento, si no empezamos a respetar los derechos de los más débiles y a garantizar los derechos de los que menos tienen y de los que son más vulnerables, las cosas no van a funcionar al menos como uno pretende”, acotó Martínez.
“Tenemos que conseguir progresar dialogando, porque en nuestro país nadie es dueño de la verdad”, agregó.
“Tenemos que construir todos juntos una nueva verdad”, concluyó.
Juicios justos
Al ser consultada sobre su rol en los juicios a militares y ex militares partícipes de la dictadura, Martínez se excusó sosteniendo: “No puedo emitir una opinión concreta porque tenemos a cargo la defensa de los acusados en los juicios, sin embargo lo que puedo decir es que vamos a garantizar juicios justos”.
“Nuestros defensores están realizando su labor de manera impecable, no cediendo a ningún tipo de presión ni de repudio”, aclaró la consultada.
“Nosotros creemos que para demostrar cómo debe ser un país democrático, las garantías tienen que ser para todos, desde el señor que hurtó una gallina, una persona que cometió un delito de lesa humanidad o un delincuente de cuello blanco”, estimó para concluir.
Una funcionaria comprometida
Stella Maris Martínez es maestra normal nacional y abogada desde 1975. En la Universidad de Buenos Aires se licenció años después en Criminología. Años más tarde recibiría su título de doctora en Derecho tras la presentación de la tesis: “Manipulación genética y derecho Penal”.
Martínez ingresó al Poder Judicial de la Nación en marzo de 1975 en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal de Instrucción N° 4. Fue secretaria del mismo Juzgado hasta julio de 1988. Después fue defensora Oficial de Pobres, Ausentes e Incapaces del Fuero Criminal y Correccional, desde el 30 de julio de 1988 hasta el 25 de marzo de 1993. Ocupó el cargo de defensora de Cámara, titular de la Defensoría de Pobres, Incapaces y Ausentes ante los Tribunales Orales en lo Criminal de la Capital Federal. El 20 de junio de 2001 tomó posesión del cargo de defensora Oficial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, función a la que accedió por concurso de antecedentes y oposición (hasta el presente es la jerarquía más alta, ya sea del Poder Judicial o de los Ministerios Públicos, concursada).
En 1976, cuando Stella Maris era secretaria de Instrucción oyó hablar por primera vez de las maternidades en los centros clandestinos. Desde entonces, busca herramientas jurídicas para evaluar la apropiación de menores como una forma de violencia específica hacia la mujer.
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