La victoria que alcanzó Alumni el domingo, en Plaza Ocampo, no sólo que lo depositó entre los cinco que pelearán la clasificación en las siete fechas que restan, sino también le aseguró la permanencia en la categoría en el año próximo, lo que resulta una buena noticia para empezar a trabajar al respecto.
Mantenerse en la tercera categoría de uno de los fútbol más importantes del mundo, como el argentino, no es fácil para cualquier entidad del país y Alumni lo hace, merced a los problemas económicos que puedan existir para cubrir los gastos y afrontar cada partido.
Además, a diferencia del año pasado, cuando hubo que esperar hasta la última fecha para zafar de la Promoción, esta vez la formación villamariense pudo alejarse rápido de los equipos del fondo, de tal manera que hoy, a falta de siete fechas para el final de la ronda clasificatoria, la matemática indica que zafó prácticamente de todo.
Con esa buena noticia, que supone mayor tranquilidad en el seno del plantel, el cuerpo técnico y la dirigencia, además de los hinchas, claro está, la intención ahora es pelear por un pasaje a la ronda final, algo que no resulta “de otro mundo”. A saber: con la victoria frente a Central Córdoba, el equipo villamariense quedó a un punto de los terceros, Racing de Córdoba y Deportivo Maipú, equipos que todavía deben venir a jugar a Plaza Ocampo.
Además, la diferencia con el líder Juventud Antoniana (a quien aún debe visitar en Salta) es de siete puntos, quedando 18 en juego (puesto que ambos tienen que quedar libres). Y Desamparados, el escolta -que ya cumplió con su jornada de espera-, le lleva apenas cuatro unidades al equipo villamariense, a quien debe recibir en San Juan.
Concretamente, el camino que le queda por recorrer al conjunto dirigido por Marcelo Bonetto es el siguiente: Juventud de San Luis (v), Gimnasia de Mendoza (l), Juventud Antoniana (v), fecha libre, Racing (l), Desamparados (v) y Maipú (l).
En ese aspecto, desde hoy, cuando el plantel regrese a las prácticas, la idea será mejorar algunos aspectos y pensar en seguir sumando para mantener la ilusión de dar el zarpazo en la recta final, algo impensado hace algún tiempo.