Una vez más la Policía se encuentra involucrada en la muerte de un joven en la provincia de Córdoba.
Ismael Sosa -de 24 años, oriundo de Buenos Aires- fue hallado muerto en Embalse de Río Tercero el lunes pasado. Ismael permanecía desaparecido desde el sábado cuando ingresaba al recital de La Renga; fue visto por última vez cuando lo subían a un patrullero luego de recibir una golpiza por parte de la Policía.
El operativo policial desplegado en el ingreso del recital descargó una fuerte represión contra los asistentes, el saldo fue de varios heridos y detenidos.
Desde el día de su desaparición la familia de Ismael se dispuso a buscarlo intensamente, sin obtener ningún tipo de respuesta o colaboración de la Policía o funcionarios públicos de la localidad de Rumipal o de la Provincia. La Policía ni si quiera quiso tomar la denuncia realizada por Facundo (hermano de Ismael).
La inacción de la Policía y los funcionarios públicos frente a la búsqueda iniciada por la familia intenta encubrir su responsabilidad en la muerte de Ismael.
La muerte de Ismael Sosa se convierte así en un nuevo caso de abuso policial, que se suma a las decenas de jóvenes víctimas de gatillo fácil y represión en Córdoba, que aún permanecen impunes.
Se trata de una práctica sistemática de las fuerzas de seguridad, que revela la profunda descomposición del aparato represivo, como así también del propio Estado, siendo De la Sota el principal sostenedor de la narcopolicía y el régimen represivo. Tras las movilizaciones de miles de jóvenes y familiares, y los reiterados pedidos de informe por abuso policial y gatillo fácil, el Gobierno no ha dado respuesta alguna, por el contrario, se ha dispuesto a sostener al aparato represivo desde su cúpula.
El perfeccionamiento del Código de Faltas, los “operativos de saturación”, los “operativos de verano” y el fuerte incremento presupuestario en seguridad forman parte de un reforzamiento del aparato represivo que tiene por objetivo regimentar la vida de la juventud y reprimir la lucha de los trabajadores que se resisten al ajuste en marcha; todo ello atravesado por las disputas de las camarillas del poder por el control del narcotráfico en la provincia. Es por esto que cuentan con el respaldo del conjunto de las fuerzas políticas de la burguesía.
Desde el Parido Obrero y el Frente de Izquierda nos solidarizamos y nos ponemos a disposición de los familiares. Exigimos justicia por Ismael Sosa, el juicio y castigo a todos los responsables.
Para terminar con la brutalidad y la impunidad policial es necesario avanzar en el desmantelamiento del aparato represivo, la anulación del Código de Faltas y terminar con un régimen político descompuesto que dispone de su brazo armado para regimentar y reprimir a la juventud.
Eduardo Salas, Cintia Frencia y Jorge Navarro
Partido Obrero en el Frente de Izquierda