Yanina Salinas y Roberto Williams llegaron desde Chaco porque les prometieron un trabajo. Tienen 17 y 18 años, y hoy están a la deriva. “Somos de Garabato, en el límite con Chaco, nos pasaron el dato de un trabajo en un tambo en La Palestina, y vinimos”, relata Yanina.
Hace 20 días que están acá y se llevaron una gran decepción. “Luis Cabrera es la persona que nos prometió el trabajo, aunque no sabemos si es su nombre verdadero, nos dijo que lo esperemos frente al Hipódromo que nos iba a pasar a buscar, estuvimos desde las 8 mañana hasta las 8 de la noche, pero nunca apareció”, contó la joven.
“La última vez que nos pudimos comunicar nos dijo que no nos preocupemos que nos iba a buscar, y nunca más pudimos contactarlo. Una chica que conocimos acá lo llamó desde otro número, le preguntó si tenía trabajo para darle y le dijo que si era una mujer sola sí”, afirmó, y contó que este señor les exigió el envío de una foto antes de asegurarles el trabajo.
Sobre la situación que los llevó a arriesgarse a venir a la ciudad, Yanina, quien prefirió que no se la fotografíe, reconoció que “allá es difícil, no se consigue nada, la mayoría de la gente que conozco se va de allá buscando un trabajo por cualquier otro lado”. Además, contó que “la relación de él con su madre no es buena, y la mía tampoco, entonces estamos solos, apenas si conocemos algo de la ciudad”.
Estuvieron bastantes horas sin comer varados frente al Hipódromo, hasta que una vecina los vio y publicó la situación en Facebook, para conseguir ayuda. “Estuvimos también en la Terminal, sin saber qué hacer, desesperados”, dijo Yanina, visiblemente amargada por el momento que están atravesando.
Hace desde el sábado pasado que están parando en casa de Elizabeth, una vecina del barrio Lamadrid que se enteró de la situación y les abrió las puertas de su humilde casa, donde vive con su marido y cuatro hijos. “No podemos quedarnos mucho más, porque ni siquiera podemos ayudarla a ella con mercadería”, se lamentó Yanina.
“Queremos conseguir un trabajo, de lo que sea, mi marido sabe de albañil, tambo, electricidad, necesitamos trabajar”, rogó mientras Roberto había salido de la casa a hacer una changa “para sobrevivir”, y dejó su número para que quien pueda ayudarlos se comunique al 154275452.