Alumni hurgó anoche entre sus escombros y encontró una flor de zurda (la de Jonathan González) que se transformó en un punto de oro en el Provincial.
Cuando parecía que su paso por Bell Ville iba a ser la versión más desdibujada de su fútbol, el equipo villamariense alcanzó a levantar cabeza y terminó viendo con una mejor óptica el empate que registró ante Bell, por el hecho de compartir con el mencionado equipo la punta de la Zona 2 del certamen, en su segundo partido como visitante.
Claro que la conquista de la unidad no sólo dejó un respiro, sino también algunos signos de interrogación (y preocupación) en el equipo fortinero, que no perdió “feo” porque Bell se encargó de dilapidar una situación tras otra en los primeros 45 minutos, cuando la diferencia entre el local y el visitante contó kilómetros.
Un cambio repentino en la defensa, a los 20 minutos (el ingreso de Maximiliano Villa como marcador de punta, en lugar del pibe Juan Pablo Wartel), marcó el pulso de esa preocupación, aún cuando Alumni ya se había puesto arriba en el marcador gracias al centro de Nicolás Rey que Alexis Díaz, en su intento por despejar, terminó por meter en su propio arco (a los 4 minutos).
El problema tenía dos nombres pesados: Damián Oviedo Gómez y Lucas Palacios, lo mejor del ataque de Bell, quienes se juntaron casi siempre por el sector derecho y surcaron un lugar por donde ni Wartel ni Rey ni el ingresado Villa pudieron cubrir.
Esta imagen no cambió siquiera cuando Oviedo Gómez se fue a jugar por el otro lado, ya que Palacios, que llevó la 10, pero actuó prácticamente de delantero, supo cuándo recibir y cuándo desbordar para meter centros envenenados que sus compañeros no pudieron traducir en gol en las áreas. De hecho, al minuto de juego, previo al infortunio del “Gringo” Díaz, Palacio y Oviedo Gómez habían avisado con una gran maniobra que este último dilapidó con remate elevado.
Con la ventaja en el marcador, Alumni trató de ser más ordenado, pero Palacio y compañía se encargaron de ahondar sus filtraciones en defensa.
El gol orilló casi siempre el arco de Luciani. Bell tuvo chances con Díaz y Marcos Bustos (centros de tiros libres que cabecearon apenas desviados), con Lucas Oviedo (Caler salvó milagrosamente sobre la línea tras una serie de rebotes), y dos veces con Lucas López (primero tuvo un disparo en el palo y luego perdió un mano a mano, muy solo, ante el portero). Sin embargo, la espera no siguió hasta el entretiempo, ya que a los 44 minutos, Marcora se escapó por izquierda y envió un centro que el inspirado Palacios alcanzó a captar para cruzar la pelota de primera y empatar el partido.
Alumni había hecho todo lo necesario para sufrir ese gol. No encontraba circuitos de juego, tampoco cuidaba la pelota, lateralizaba sin sorpresa y carecía de ideas para responder ataque por ataque, además de todos los problemas que se suscitaban para ajustar las marcas.
Para modificar su postura y encontrar algo de seguridad atrás, el conjunto villamariense salió al segundo tiempo con Hugo Yocca a la cancha, en lugar de Kranevitter. Pero cuando el santiagueño y sus compañeros intentaban acomodarse en esa última línea para hacer que Alumni jugara más adelantado, a los 11 minutos Bell revirtió el resultado de contragolpe: López, en una polémica posición (pareció algo adelantado) se escapó por derecha y terminó la corrida con un toque al medio para la reaparición de Palacios, que sólo la empujó para anotar el 2-1.
Reacción
El gol aportó tranquilidad en Bell, que se fue agrupando más en su campo para actuar por la vía de la réplica, a tal punto que estuvo cerca del tercero cuando Oviedo Gómez dejó solo al ingresado Bernardo Ciocca y este definió mal ante Luciani.
No obstante, Alumni tuvo reacción para ir al frente, aún con escasez de ideas a la hora de lograr profundidad, sobre todo porque carecía de presencia en zona de gestación y no encontraba movilidad para elaborar en forma colectiva.
Sólo cierta guapeza de Yocca o intermitencias de Ramírez, apuntalado por González, le daban crédito al equipo, además de alguna subida temperamental de Franco Gozzerino.
Entonces, al no poder con pelota en movimiento, había que cambiar la historia en algún tiro libre. Y así pasó a los 30 minutos: tras una falta que recibió Ramírez a dos metros del área, por el callejón central, tres jugadores se candidatearon para tirar al arco por encima de la barrera. Y todos los votos fueron para González, quien sacó un zurdazo maravilloso y colocó la pelota bien lejos del arquero López para establecer el 2 a 2.
De ahí hasta el final pudo pasar de todo. Bell, con algunos jugadores cansados, lo pudo ganar con Ciocca, otra vez solo y sin definición, aunque Alumni también tuvo una oportunidad para el tercero cuando “Fede” Depetris, ante un centro de Gozzerino, hizo una palomita y el esférico salió cruzado, apenas afuera.
El dato
Afuera de la cancha, viendo el partido, estuvo Facundo Depetris, quien no juega porque habría tenido diferencias con el coordinador Sebastián López. Ante los problemas que tuvo el equipo atrás, el tiempo para que “Facu” vuelva no debería ser largo. En todo caso, éste tiene pensado marcharse del club.
La figura
Lucas Palacios
Incontenible en el primer tiempo, desbordó siempre y con pases de gol. Y cuando no encontró destinatarios, fue a buscar su tanto y terminó marcando un doblete. En Alumni, bien Luciani, salvando un par de ocasiones de peligro. También González, por su golazo.
El árbitro
Juan Ceballos
El árbitro cordobés cortó con tarjetas las airadas protestas, aunque no terminó de imponer el total respeto. Alternó buenas y malas. El segundo gol de Bell pareció nacer de una posición adelantada.
A pesar de ello, el juez terminó el encuentro sin grandes inconvenientes.