Bautista Ayala, el pequeño que resultó herido mientras la Municipalidad de Villa María llevaba adelante en la costanera el show de fuegos artificiales el 30 de diciembre pasado, cumplió el último sábado 2 años de edad y evoluciona favorablemente.

“No tiene dolores”, confirmó su papá José a EL DIARIO. No obstante, contó que “psicológicamente está traumado” por lo ocurrido.

“Se despierta nervioso, gritando”, reveló evidenciando el daño psicológico que le causó el episodio. Por eso, “hoy -por la víspera- arrancamos con tratamiento psicológico”.

El niño ya atravesó cuatro intervenciones quirúrgicas por las quemaduras padecidas. “Falta una más, que será este año probablemente pero más adelante”, indicó el hombre.

Ante preguntas de este matutino, afirmó que la comuna villamariense “nos está pagando todo” lo que demanda el cuadro de salud. “Hasta ahora no hemos tenido problemas con la Municipalidad. Tenemos muchos gastos y además el tratamiento será de un año o más”, graficó.

En este sentido, precisó que Bautista “necesita una cirugía plástica”.

Cuando se le preguntó cuánto dinero ha demandado la recuperación del nene hasta el momento, indicó que entre 68 mil y 70 mil pesos.

¿Y el Gobierno de Villa Nueva? “Nunca se presentó nadie y nosotros tuvimos días muy complicados, no los buscamos”, aseguró. En cuanto al  Club Prado Español, desde donde la familia siguió las instancias del masivo evento de fin de año, José dijo que “esquivaron la situación”.

 

El caso

En la penúltima noche de 2014, Bautista estaba dormido en los brazos de su mamá, Jaqueline Mercaú (actualmente cursando los últimos días de su embarazo de mellizos), cuando fue alcanzado por unas brasas que le tomaron la remera que llevaba puesta.

“Cuando vimos los fuegos de la tercera empresa que compitió, empezaron a caer como unas brasitas a donde estábamos nosotros y no nos dio tiempo a nada”, había contado la mamá a este matutino en enero pasado.

Los padres le quitaron la prenda y lo llevaron al Hospital Villa Nueva, donde le hicieron las primeras curaciones en la espalda y el cuello, la zona que más quemaduras sufrió.

El viernes 2 de enero, el médico pediatra Gustavo Seghini ordenó su internación. “Nos explicaron que la zona del cuello, si no se curaba bien, podía quedar sin movilidad y para eso son las operaciones”, precisó Jaqueline. Luego fue intervenido por el cirujano Pablo Lucarelli.

Ese profesional detalló que el niño ingresó con una quemadura en el 8,5% del total de su cuerpo.