El Lechuzón se defiende
Soy El Lechuzón, no soy El Lechuzón. No necesariamente el que escribe una nota también la ilustra o viceversa, es más, son pocos los ejemplos periodísticos que dan cuenta de ello.
Pero en este caso estimado Sr. Isola, yo sólo la ilustro y firmo mi trabajo, amén de que coincido en la mayoría de las crónicas hechas por la lechuza que escribe.
Esto de alguna manera ya está aclarado en la N. de la R. de su misiva que publicó EL DIARIO el 14 de febrero en la página 2, pero me veo obligado a responder no como El Lechuzón que aparece dibujado, sino a título personal, ya que tuvo apreciaciones hacia mi trabajo realizado a través de años:
1 -Dibujo y pinto lo que siento aun en este diario tan de la gente como mío y que amo, por lo tanto al Lechuzón de la misma manera no le “pagan por criticar como a un vigilante” como señala.
Este bicho como usted dice (al fin y al cabo la gente que trabajamos en los diarios somos bichos raros) defiende un tipo de música folclórica y por añadidura un tipo de espectáculo, pero no está mal que se potencie el canto melódico en todas sus expresiones: el Festival nació peñero, pero hoy es melódico y por eso protesta El Lechuzón, por ser un bicho autóctono y que defiende sus raíces.
2- Me parece excelente que defienda un tipo de música y locutores, hay gustos para todos en este mundo democrático que gozamos todos y todas. Y veo hasta lógico que se haya aburrido escuchándome cuando hacía radio en FM Río precisamente en “los 90”, vaya década: no sé a cuál de los programas se refería, pero seguramente se debe haber dormido escuchando a la Violeta Parra, a Tom Jobim o Silvio Rodríguez en el “Latinoamericano” donde hacía folclore de la Patria grande, o con la Teresa Parodi, la Negra Sosa o Los Olimareños en “El País Interior” de folclore argento o, peor todavía: cuando habrá padecido sinfonías de Mozart, Bach, Beethoven o los estridentes cañonazos hechos Obertura 1812 de Tchaikovsky en las “Sobremesas Clásicas”… Afortunadamente hay para todos los gustos, en ese tiempo sólo había 2 FM en la región, hoy hay más de 40.
3- Tenga la tranquilidad de que estaré dedicado al dibujo y la pintura hasta el último día de mi vida y haciéndolo con convicción, entusiasmo y como si fuera el último cuadro que pinte, por más que mi obra le parezca psicótica, hay gente que afortunadamente la valora: yo pinto opinando que es mi forma de pintar.
La radio, el dibujo, la pintura o el mismo periodismo son complejas formas de expresión, pero no dejan de ser herramientas y se abrazan a cada una de ellas dependiendo de la pasión que se le ponga en juego para decir lo que se siente.
Coincido en que por volar en contraviento estemos medio desplumados y varias veces cascoteados.
Y es válido pensar diferente, bienvenido sea, no podemos pensar todos iguales, pero sólo en un marco de respeto y sin autoritarismos.
Atentamente.
Raúl Olcelli
(El Lechuzón ilustrado)
DNI: 14.511.680