“Son los mismos de siempre”. La frase podría ser el título de una película o de una banda musical, pero en el caso de Apolinario Daniel Balcaza se trata de una situación grave, según lo denunció ayer, en diálogo con EL DIARIO.
“Los mismos de siempre” son los dos efectivos policiales que, siempre de acuerdo a lo dicho por Balcaza, persiguen y golpean a su hijo, un hecho que se repitió el pasado fin de semana y que rebalsó la paciencia del vecino de Pasco.
La supuesta víctima tiene 15 años y es el hijo menor de Balcaza, quien es jubilado, oriundo de Entre Ríos, pero reside en Pasco desde hace más de una década.
“Pasco es un pueblo tranquilo, donde podés dejar las bicicletas afuera y sin candado, con las ventanas abiertas; lamentablemente, tiene a estas dos personas que ensucian a toda una institución como la Policía, por eso quiero hablar para que esto se acabe”, indicó Apolinario.
La violencia
Balcaza comentó que la persecución comenzó en octubre del año pasado, cuando el menor “fue encerrado y golpeado en un calabozo”.
“Aquella vez mi hijo estaba en una juntada con amigos, fumando cerca del cementerio, cuando llegaron los policías y los detuvieron; todos eran mayores, menos él”, narró. “Sin embargo, al pibe mío lo encerraron en el calabozo y le pegaron ante la vista de sus compañeros, por eso tuve testigos y el pueblo se enteró de todo”, agregó.
Balcaza cree que esa brutalidad policial para con el menor fue un punto de inflexión.
“Después de eso fui a hablar con el intendente (Daniel Del Bono) y le pedí que hiciera algo; creo que por eso, al poco tiempo, los dos policías se fueron, uno a La Palestina y otro a Ticino, pero no sé por qué volvieron y el acoso para con mi hijo fue cada vez peor”, indicó el vecino.
En ese sentido, resaltó que los efectivos que remplazaron a los agresores “estuvieron dos meses y nunca hablaron de algún problema, al contrario. Pero cuando volvieron los otros, a mi hijo lo golpearon en un baile”.
“También lo corrieron por la calle, uno le pegó en el baño de una confitería y cuando lo encuentran por ahí no lo dejan en paz”, añadió Balcaza, visiblemente preocupado.
Pero lo peor, según sostuvo, pasó el sábado anterior.
“Yo soy separado, mi exmujer vive cerca de casa y el sábado estos dos policías quisieron entrar a la vivienda porque lo venían siguiendo a mi hijo para pegarle y él se metió allí, fue una locura”, expresó.
En medio de la “pesadilla” que dice vivir, Balcaza comentó que volvió a hablar con el intendente, pero “parece que no puede hacer nada; ya no interviene como antes, pero igual lo hago responsable porque se trata de la seguridad de un menor”, manifestó.
“Quiero que se termine”
Balcaza comentó que quiso hacer público el problema para que “esto se termine”.
“Yo sé que los chicos de hoy son revoltosos, pero en el caso de mi hijo, los mismos policías están formando a un delincuente porque él, en este acoso, se vuelve más rebelde”, consideró Balcaza.
También dijo que “a esos policías les queda más fácil perseguir a un menor que encontrar a los que venden drogas, que tal vez puede haber en Pasco, no estoy al tanto”.
Más allá de esto, repitió que “esto se tiene que terminar porque se trata de un chico de 15 años y no lo pueden seguir acosando como lo vienen haciendo”.
Por último, Balcaza se preguntó: “¿Cómo puede ser que dos personas ensucien toda una institución como la Policía? Deberían ser el ejemplo y, lamentablemente, no es así”.