Pablo Rimoldi es un comerciante villamariense que asegura que no puede ver a sus dos hijos porque la mamá de los chicos no se los permite.
Esta situación, que se extiende desde hace más de un año, lo llevó a impulsar la conformación de un grupo de padres y madres que atraviesan las mismas condiciones.
“El movimiento fundador fue Padres del Obelisco, que se junta en ese punto de la Capital Federal todos los jueves a las 17. Utilizan un sombrero y una bufanda blanca. A partir de ése se generaron otros grupos en el país. El nombre más usado es Padres impedidos de contacto”, explicó Rimoldi a EL DIARIO.
En la ciudad, el conjunto en formación ya tiene 37 miembros, seis de los cuales son padres que sufren esta circunstancia.
“Esto no sólo afecta al padre o a la madre impedida de verlos, sino a los abuelos, tíos, primos”, remarcó.
Uno de los objetivos es “que se reconozca que la alienación es una enfermedad, algo que ya ocurrió en países como España, México o Estados Unidos”. Esto se da “cuando el progenitor aliena, llena la cabeza de su hijo en contra del otro progenitor”.
En su caso, sostuvo que su exesposa les inculca a sus herederos que la nueva pareja de Rimoldi, Marita, “es mala con ellos, algo que es mentira”.
Además, dijo que su ex incurre en infundir “defectos magnificados, por ejemplo, les hace creer que yo no les paso la cuota alimentaria, algo totalmente falso, que no pago viajes ni nada”.
“El progenitor que aliena deja librado a los hijos a que visiten al otro progenitor, pero los chicos no quieren ir precisamente porque se los ha puesto en contra con mentiras”, afirmó.
La situación familiar está judicializada y el expediente es llevado adelante por la jueza Ana María Bonadero de Barberis. El entrevistado recalcó que legalmente no está vedado de ver a sus hijos. “El impedimento no lo determinó la Justicia, sino la madre, quien no puede aceptar mi pareja y mi nueva vida. Les dice a nuestros hijos cosas que no son ciertas. Yo me hago cargo de todo lo que me corresponde como padre y más”, aseveró.
Previo a rehacer su vida sentimental los herederos vivían 15 días con la madre y 15 días con Rimoldi. En septiembre de 2013 dejó de concurrir a su casa el menor de sus hijos y en diciembre de 2013 hizo lo propio el más grande. No obstante, “siempre busco la forma de verlos, ya sea asistiendo a un acto, adonde están jugando, en donde sea. Me las ingenio”.
El hombre apuntó que ha realizado varias denuncias (“cinco o seis”) por impedimento en la Comisaría de la Familia, “en donde llegué a estar más de 12 horas esperando que me tomen la palabra”. Precisamente, sobre esto hizo hincapié en la charla. “La Justicia argentina parece tener una premisa: que el papá es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Y en ese demostrar los tiempos corren, con el agravante de que los tiempos de un niño son fundamentales”.
Agregó que las denuncias “llegaban a la Fiscalía y eran desestimadas”. La última exposición que efectuó fue en la delegación villamariense de la Secretaría de Niñez y Familia (Senaf).
“Mi lucha, mi conflicto, no es con la madre. Mi reclamo es a la Justicia para que acelere los tiempos. Hay dos hijos que necesitan de su padre”, subrayó. “Somos muchos los que sufrimos esta situación. No estamos enojados con los jueces, sino que queremos que se agilicen los tiempos”, declaró.
También indicó que aunque a él no le ocurrió, “es cierto que las falsas denuncias sobre violencia existen en muchos casos y no son castigadas”. “Cuando te denuncian falsamente, revertir lo que se genera es terrible”.
Marita, su pareja, criticó: “Pareciera ser que todas las mujeres somos buenas y todos los hombres son malos”.
Expediente
Rimoldi explicó que está separado de su exesposa desde abril de 2012. El divorcio tuvo sentencia firme en el mismo año.
En su charla con este diario, mostró dos informes firmados por el equipo técnico de los tribunales locales, en el que se refleja “la marcada resistencia” de la madre de los hijos a que se vinculen con el progenitor. Asimismo, los psicólogos apuntaron que la resistencia de los pibes “fue revertida inmediatamente cuando ingresaron a la sala de encuentro y tuvieron contacto con su padre”.
“Los informes dicen que mi exesposa necesita tratamiento psicológico”, recalcó Rimoldi.
Para unirse al grupo: “Padres impedidos de contacto Villa María”, en Facebook. También están las páginas de Padres autoconvocados de Córdoba, Padres del Obelisco y Borrando a papá.