El río Ctalamochita está por encima del metro y medio de altura, pero la situación, por el momento, no presenta riesgo alguno para las zonas pobladas de Villa María y Villa Nueva.
Ayer al mediodía, el director de Defensa Civil, Héctor Bersano, informó que el agua estaba pasando por encima del labio del vertedero de Embalse en 67 centímetros.
Precisó que esto causaba a esa hora de la víspera una erogación de entre 190 metros cúbicos por segundo y 200 metros cúbicos por segundo, pero luego el dique Piedras Moras regula ese caudal.
“El Piedras Moras tiene hasta el momento un pulmón de cuatro metros”, detalló. Ante la consulta de EL DIARIO, dijo que ese espacio puede llenarse en horas si lloviera mucho.
En tanto, este dique largaba aguas abajo 150 metros cúbicos por segundo hasta anoche a las 22, cuando comenzó a verter 180 metros cúbicos por segundo.
“Llamé a Santa Rosa, Embalse, a la zona de montaña y en este momento no llueve y además hay pronóstico de cuatro días de sol”, anticipó.
En este contexto, el Ctalamochita marcaba, según la medición ubicada en los pies del puente Juan Bautista Alberdi de Villa María, una altura de 1,60 metro.
“El agua aún no pasa por encima de la cascada del balneario. Está a 40 centímetros”, añadió.
Adelantó que el lago artificial de esta ciudad permanecerá con las cuatro compuertas abiertas mientras dure esta situación.
“Si el dique Piedras Moras llegara a erogar aguas abajo 200 metros cúbicos por segundo, se llenará el balneario”, graficó.
El funcionario, quien atendió a este medio en su oficina del tercer piso del Palacio Municipal, era optimista respecto a que el cuadro no empeorará y recalcó que, por el momento, no hay riesgos de desbordes que afecten a sectores en que viven personas.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que hay que manejarse con precaución: los bañistas no deben meterse al río, que se ve con mucha fuerza y muy oscuro. Además trae ramas, troncos y otros elementos.
Asimismo, se recomienda no pescar. Los amantes de este deporte lo hacen sobre barrancas, pero la fuerza del curso de agua puede generar desmoronamientos, por lo que se llamó a tener conciencia de los riesgos.
No todos temen a la crecida: este cronista vio anteayer a un grupo de 10 jóvenes arrojándose de cabeza al curso fluvial en la zona del Desagüe, entre barrios Santa Ana y Barrancas del Río.