En la provincia de Córdoba, la Bolsa de Cereales estimó una producción de 2,83 millones de toneladas (MT) de trigo, que representa un aumento del 115% respecto del ciclo anterior que fue de 1,3 MT. El rendimiento promedio fue de 27 qq/ha, contra 18,3 qq/ha de la cosecha 2013/14, un 50% superior al logrado en la campaña anterior.
En la región central, donde el INTA realizó el muestreo a cosecha, los rindes fueron variables con un promedio de 2.500 a 3.500 kg/ha, con mínimos de 1.400 y máximos de 5.000 kg/ha según zona, tecnología aplicada, manejo del cultivo y temperaturas durante el ciclo. En el sudeste de Córdoba los rendimientos promedios estuvieron entre 3.000 y 3.300 kg/ha.
Como todos los años desde hace 28 años, el personal del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA de Marcos Juárez, realizó un relevamiento en acopios y cooperativas de la región central del país, subregiones trigueras II Norte y V Norte, para conocer la calidad del trigo de cada cosecha. Se muestrearon 382.150 toneladas en la presente campaña.
La calidad comercial fue buena, aunque con bajo peso de 1000 granos. A pesar de todo el 84% de las muestras se ubicaron sobre Grado 2 de comercialización, cuya base es de 76 kg/hl de PH.
La proteína fue baja en general, estando el 79% de las muestras debajo de la base de comercialización del 11%, con un promedio de 10,9% en la IIN contra 12,3% de la campaña 2013/14 y de 11,3% en la VN versus 13,7% de la anterior campaña. El contenido proteico fue muy parejo entre zonas presentando el sur de Santa Fe 10,7%, SE de Córdoba 10,8% y norte de la provincia de Buenos Aires 11,2%.
Como las proteínas son las que forman el gluten en la masa, también el 79% de las muestras presentaron valores de gluten inferiores al 25%, valor deseable por la industria molinera y panadera, con un promedio de 24,1% en la IIN (27,4% cosecha anterior) y 24,4% en la VN (31,8% cosecha anterior). Es bueno mencionar que en lotes con trigo se observó un efecto beneficioso sobre la disminución del nivel de la napa freática de los suelos, ayudando a consumir el agua excedente y atenuar el problema de malezas resistentes. De allí la recomendación a continuar con el cultivo de trigo en la próxima campaña.