La política está que arde. El año electoral viene plagado de enfrentamientos y los protagonistas, en la mayoría de los casos, pertenecen al peronismo y no hace mucho tiempo anduvieron del brazo y por la calle.
En horas de la mañana de ayer, Darío Ranco salió con todo a pegarle a Eduardo Accastello (ver página 4) y durante la tarde el legislador provincial Héctor Muñoz tomó la posta para salir a defender al intendente local.
“La incontinencia verbal que padece Darío Ranco lo llevó, nuevamente, a aventurarse en terrenos de la futurología, distrito en el que puede navegar con solvencia porque allí los hechos aún no existen”, empezó diciendo Muñoz en un escrito enviado a nuestra Redacción.
El legislador que hasta hace poco tiempo fue parte de la bancada de Unión por Córdoba señaló a continuación: “Más difícil se tornan el presente y el pasado puesto que allí sí tienen materialidad concreta la larga lista de derrotas y fracasos que su particular interpretación del peronismo ha padecido mientras que el proyecto político que conduce Eduardo Accastello ganó todas las elecciones celebradas en los últimos 14 años.”
Los dichos de Ranco sobre la “jubilación” de Accastello fueron el nudo de la respuesta de Muñoz.
“Puesto en aprendiz de brujo, el legislador Ranco no tuvo mejor idea que vaticinar un destino de jubilación para el político más capaz e intendente eficaz que ha conocido el interior de la provincia de Córdoba. Eduardo Accastello es artífice de su propio destino y, junto a un grupo de compañeros que integro, crece como alternativa esperanzadora para continuar la transformación en toda la geografía provincial”, replicó Muñoz.
La respuesta no concluyó en ese párrafo. Hubo más dardos.
“Cadete, portador de mensajes”
“Podría creer que el Accastello jubilado con el que fantasea Ranco es resultado de una delirada y antojadiza interpretación pero es más factible pensar que lo hayan utilizado, y no es al único en los últimos días, como cadete portador de mensajes destinados a agraviar al líder natural que tiene nuestro proyecto político”, indicó Muñoz en otro pasaje de su escrito.
La batalla verbal continuó con cuestionamientos al “cordobesismo” planteado por el gobernador José Manuel de la Sota.
“Desde un lugar que no le corresponde, Ranco es mandado a interpelar a los dirigentes que practicamos y ejercemos, desde nuestro lugar de trabajo, un apoyo pleno a las políticas nacionales, muchas de las cuales no llegan a instrumentarse en la provincia por el fracasado cordobesismo que nos aisló del país”, resaltó el legislador provincial.
Seguidamente, el dirigente local entró en el terreno de las lealtades.
“No es la obsecuencia a dirigentes políticos, interpretada erróneamente por Ranco como lealtad, la conducta que la sociedad argentina reclama a los actores políticos en estas horas difíciles que nos toca atravesar como pueblo.
No es la provocación ni la promoción de los enfrentamientos entre facciones partidarias, o mucho peor, intra-partidarias, la que necesitan los argentinos”, indicó.
En la parte final de su escrito, Muñoz pone un manto de dudas sobre ciertos “hechos ocurridos en Córdoba”.
“Mayor favor a la vida democrática haría Ranco si en lugar de jubilar a dirigentes capaces reclamara en los foros correspondientes por el esclarecimiento de hechos oscuros, maniobras sospechosas y muertes dudosas que ocurrieron en la provincia de Córdoba en los últimos años”, concluyó.