Algunos carniceros manifestaron ayer su preocupación a EL DIARIO por el incremento en la tasa sanitaria por reses faenadas fuera de la ciudad. “Treinta pesos por media res es una barbaridad”, dijo uno de los comerciantes.
El tributo que fue estipulado por impulso de las tres bancadas legislativas mediante la Ordenanza 6.051 tiene como objetivo “proteger la salud de la población”, según explicó el concejal Carlos De Falco. “Esa tasa no tiene que pagarla el carnicero, sino el matarife”, expresó De Falco consultado sobre la preocupación de los carniceros. “Lo hicimos porque nos preocupa la carne que llega de afuera y los fondos son para hacer las inspecciones correspondientes”, señaló recordando que en Villa María hay un frigorífico que “está bien controlado”.
Por otra parte, el edil sostuvo que analizarán el pedido de las compañías telefónicas por el aumento del tributo al 5%. “Si nos equivocamos lo corregiremos”, pero de ninguna manera el incremento tiene que ir al usuario”, indicó.
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