Lunes 17 de febrero: desde el dique Piedras Moras largaban 400 metros cúbicos por segundo (m3/s) de agua cuando lo normal eran 30, lo que provocó que, para las 18.30 el nivel del río alcanzara los 2,30 metros. La preocupación nacía y se comenzaba a cortar calles por prevención.

Martes 18 de febrero: Villa Oeste es el primer barrio en quedar tapado por el agua. Viviendas, calles y espacios verdes inundados tornó la preocupación en tristeza. Fue durante la madrugada cuando el río llegó a los 3,20 metros, mientras en Villa María el río apenas se adueñaba de arterias del Vista Verde y Mariano Moreno.

Miércoles 19 de febrero: el río amagó con descender bajando unos 50 centímetros.

Jueves 20 de febrero: gobiernos municipales realizaban tareas de extracción de agua y limpieza. El nivel del río descendía a los 2,40 metros y la erogación de agua desde el dique a 280 (m3/s). Días posteriores todo parecía volver a la normalidad.

Lunes 24 de febrero: el río volvió a subir cuando lo peor parecía haber quedado atrás.

Martes 25 de febrero: desde el dique se liberaban 350 (m3/s), el nivel del Ctalamochita trepó a 2,70 metros y el agua volvía a las calles.

Miércoles 26 de febrero: 650 (m3/s) desde el Piedras Moras se largaron durante todo el día previendo que lo peor estaba por venir. Los vecinos armaron barreras de contención, pusieron bolsas de arena en las puertas y se prepararon para intentar contener la furia.

Jueves 27 de febrero: sonó la alarma de los Bomberos a la madrugada porque el agua ya se apoderaba de las viviendas en Vista Verde. Vecinos evacuados tuvieron que resignarse y la ruta 158 fue un muestrario de miradas desoladas. 

Viernes 28 de febrero: el agua no bajó y siguió castigando. En Villa Nueva también debieron evacuar, el agua llegó hasta las calles céntricas y se rompió la ruta 2 para intentar que drene. Vecinos protestaron por falta de información.

Sábado 1 de marzo: el agua empezó a bajar luego de cinco días de crecida continua, pero el nivel del río superaba aún los 4 metros.

Domingo 2 de marzo: algunos vecinos volvieron a sus hogares en Vista Verde y Mariano Moreno. El agua cedía lentamente. La reconstrucción recién iniciaba, pero ya estaba en marcha. El río volvería a crecer en días posteriores, pero no en medidas considerables.

No hay una fecha que pueda establecerse como el final de la pesadilla, porque cada caso fue particular. Hubo vecinos que no pudieron regresar luego de varios meses a sus hogares y otros que lo perdieron casi todo.

 

Fotografías: 1) El agua corrió dentro de los hogares como si fueran parte del mismo río

2) Luego de varios días de padecimiento, los vecinos pudieron salir a la calle a paliar las consecuencias de la crecida