Las abundantes precipitaciones y el escurrimiento del agua de los campos colindantes, siguen provocando inconvenientes en varias localidades del este provincial, como sucede en Idiazábal. Ayer, el nivel de las aguas en las calles mostró una baja cercana a los 30 centímetros, luego del pico manifestado el mediodía del jueves. Sin embargo, los pronósticos de lluvias no dan respiro.
Con casi la totalidad del pueblo evacuado, sin energía eléctrica y telefonía de línea y unos pocos que se resisten a no abandonar sus moradas, rodeadas con aguas que en parte supera el metro y medio. Con bombas de extracción funcionando sin parar con generadores, tratando de que el nivel de la masa hídrica invasiva no supere los daños ya provocados, el pueblo resiste.
Con la rotura intencional de la ruta provincial 6, trataron de acelerar el paso del agua hacia el sur de la localidad en la zona rural.
“Aparentemente, se ha estabilizado el nivel de las aguas en el pueblo. Tenemos prácticamente el 90% de la población evacuada, hemos cortado la ruta ayer (por el jueves) a la tarde para mejorar la salida del agua”, dijo Eliberto Favalli, quien, además, agregó que se están contabilizando viviendas con daños estructurales.
Cabe mencionar que un millar de habitantes de la localidad fue albergado en el pueblo vecino de Ordóñez, aunque la mayoría fue a viviendas de familiares y amigos en diferentes localidades de la región.
"Tiende a mejorar, va entrando menos agua y con la apertura de la ruta se escurre un poco más, pero los pronósticos no son muy alentadores", se lamentan desde Bomberos Voluntarios de Ordóñez, quienes trabajan denodadamente por sus hermanos de Idiazábal.