Luciana Quinteros fue una de las primeras en estrenar las nuevas instalaciones del Hospital Pasteur como paciente en la jornada de ayer, cuando se puso en marcha la atención en algunas especialidades en consultorios externos.
“Tenía turno a las 8 y me llamaron ayer diciendo que se pasaba para el edificio nuevo”, contó la paciente del doctor Roncaglia.
Fue una jornada donde abundaron las sonrisas en el nuevo edificio del Hospital Regional Pasteur.
Según contó Analía Arese, una de las secretarias en su primer día detrás del reluciente mostrador, ayer atendieron dos médicos por la mañana y tres al mediodía y no hubo turnos por la tarde. “En total, son unos 40 pacientes a quienes ayer se les avisó que iban a ser atendidos en las nuevas instalaciones”, confirmó.
Las especialidades que se atendieron ayer fueron Otorrinolaringología, Cardiología, Ginecología, Traumatología y ex-PROFE. Desde el lunes se suman Urología, Flebología, Cirugía Pediátrica, Fonoaudiología, Gastroenterología, Hematología, Medicina Laboral y Legal, Neurocirugía, Neumonología, Oncología, Odontología y Neurología y el área de Rehabilitación. El horario de los turneros será el habitual: de 7 a 13.
“Estamos todos compartiendo esta experiencia nueva de estar dentro de una estructura que es bellísima, no sólo en su arquitectura, sino que también va a tener un importante avance tecnológico”, destacó el médico César Rivera.
El profesional apuntó que el traspaso lógicamente obligará a que durante un tiempo haya que convivir con las dos estructuras, pero “a lo bueno nos acostumbramos rápido, la gente está maravillada al caminar por acá”, contó.
Uno de los cambios más significativos que va a haber tanto para el personal que allí se desempeñará como para los pacientes, “es que este hospital está pensado con una circulación interna y otra externa, así que ya no va a pasar como en el viejo edificio donde veías cómo pasaba al frente de la gente esperando un paciente crítico en camilla, que es muy chocante”. Según consideró, “eso tenía un poco desgastado al personal y este hospital les va a devolver esa cuestión de la intimidad a los profesionales”.
"Voy siempre al hospital y daba miedo entrar al otro edificio, parecía que se iba a venir abajo. Acá es una cosa espectacular, el espacio es muy grande”.
Luciana Quinteros