Un muy mal trago pasaron los integrantes del plantel de vóley del colegio Rivadavia el viernes por la noche en la localidad de La Calera, cuando fueron víctimas del accionar de un ladrón solitario que los despojó de prácticamente todas sus pertenencias. Exactamente: 10 teléfonos celulares, las billeteras de los jugadores (todas tenían dinero en efectivo, en algunos casos, el adelanto del sueldo del mes, tarjetas de crédito y documentos de identidad y una notebook que pertenece al asistente del DT, Fernando Badrán, que contenía importantísima información sobre la actividad de la escuadra y su trabajo como profesional, aunque en este caso Badrán no había viajado.
El ladrón, no obstante, quedó registrado en su accionar, al menos parcialmente, por algunas cámaras que había en el estadio, aunque no fue detenido por la Policía, cuyo disposición dejó bastante que desear, según confiaron fuentes allegadas al plantel.
Amistoso solidario con lamentable final
Vale mencionar que el encuentro que disputaron los “Canarios” contra Alianza de Jesús María tenía el carácter de amistoso y se jugaba a beneficio de los inundados de la localidad cercana a Córdoba capital. Se disputaba precisamente en La Calera porque varios integrantes del plantel de Alianza residen en esa ciudad.
Por tal motivo no era un amistoso más, sino que, incluso, estuvo presente el intendente de La Calera durante el partido.
La mayoría de los integrantes del plantel de Rivadavia dejó sus pertenencias en uno de los vestuarios por indicación de los organizadores y, mientras disputaban el encuentro que era registrado en video por cámaras de los entrenadores de Alianza para luego analizar el match, un solitario ladrón se adueñó de mochilas y un bolso que contenían los elementos descriptos.
Varias de las acciones del ladrón fueron registradas por esas cámaras, por lo que no fue difícil identificarlo después de perpetrado el hecho. Asimismo, la fisonomía del sujeto coincidía completamente con la de un muchacho que poco antes había sido visto en actitud sospechosa por uno de los integrantes del cuerpo técnico “Canario”.
Denuncia o calvario
Una vez superado el primer impacto causado por el robo, una vez que la pregunta “¿venimos a jugar un partido solidario y nos roban?” no encontró respuesta y quedó rebotando en las paredes como una pelota sin dirección, los damnificados decidieron hacer la denuncia y llamaron a la Comisaría. Pero la Policía no respondió.
Uno de los allegados al plantel recorrió a pie las tres cuadras que separan al club de la sede policial y, en persona, solicitó la presencia de uniformados en el lugar del hecho. Entonces acudió un patrullero.
Sin embargo, el trato que recibieron las víctimas por parte de la Policía de La Calera dejó bastante que desear. Desde la medianoche y hasta las 4 de la madrugada los mantuvieron en la Comisaría a disposición del sumariante, que ni siquiera quiso receptar como prueba la filmación que muestra al joven ladrón en flagrancia.
Todo quedará en manos de la Fiscalía. Claro que mientras la Policía y la Justicia ponen en movimiento su pesada y lenta maquinaria, los damnificados deben continuar con sus vidas y sus actividades cotidianas y en el caso de los jugadores de Rivadavia, la tendrán más complicada de lo que ya parecía sin el dinero, los celulares y las tarjetas.
Es que el próximo viernes deberán viajar a Buenos Aires para jugar un partido oficial y para eso necesitan los documentos de identidad.
Otro asunto que queda por resolver.