-Alberto, tu caso es particular: sos de los pocos extranjeros con residencia permanente en Villa María que han llegado por motivos de estudio.
-Así es. Yo me vine en el año 1989 a estudiar en la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL). La Escuela era -y sigue siendo- un referente de la lechería en todo el continente. En el círculo en el que me movía en mi Ecuador natal se hablaba de la institución. Yo ya trabajaba en la fábrica de Nestlé de mi país, me surgió la posibilidad y llegué a especializarme. Por suerte, pude progresar mucho y pasar por distintas fábricas y emprendimientos.
-¿Así de conocida es la ESIL en el extranjero?
-Totalmente. Es que tampoco hay muchas. Ahora aparecieron algunas más en Chile, en Uruguay y en Brasil, pero la de Villa María continúa siendo de gran prestigio. En la ciudad no mucha gente lo sabe, pero hay técnicos lecheros salidos de la ESIL repartidos por todo el mundo, trabajando en las fábricas más importantes.
-Ya que estamos en el tema, y teniendo en cuenta que a mucha gente del ambiente de la lechería en la región puede interesarle, ¿cuál es la realidad del sector en Ecuador? ¿Se puede hacer algún paralelo con Villa María?
-Naturalmente que estamos muy lejos de lo que es Argentina y la zona de Villa María, en particular. Pero, en la última década, Ecuador ha tenido un crecimiento impresionante, abriendo cuencas en lugares impensados, como la costa. Hace no mucho tiempo atrás, algunas Pymes se movían con burros para transportar la leche. Hoy ya todo ha cambiado, tenemos la tecnología e incluso la formación que prometen un muy buen futuro. Hay un potencial inmenso, lo podes ver en la cantidad de técnicos e ingenieros argentinos que se va a trabajar allá. Todo Ecuador ha crecido en ese sentido, no sólo la lechería.
-Sin embargo, más allá del crecimiento que contás, desde los medios argentinos se suelen escuchar muchas críticas al Gobierno. ¿Cuál es tu opinión sobre el presidente Alvaro Correa?
-Mirá, más allá de su notable formación académica y de su inteligencia, Correa es un autoritario que siempre busca imponer su forma de pensamiento de forma unilateral y eso no me gusta nada.
-¿Y en cuanto a su gestión?
-Hay que decir que en los años en que él gobierna hemos tenido un crecimiento muy grande, tanto en la economía como en la educación e, incluso, en la salud; eso sí es necesario remarcarlo también.
-¿Qué más podés contarnos de Ecuador, más allá de aspectos económicos o políticos?
-Que es un país increíble. Es pequeño, pero tiene de todo. Vos en un par de horas podés pasar del ambiente tropical de la playa a la zona central andina y después aparecer en el oriente selvático. También están las Islas Galápagos, un paraíso mundial de la biodiversidad. Aparte, es un país multicultural: sólo en la zona de Quito, de donde vengo yo, tenés más de 20 grupos étnicos distintos, con sus dialectos, vestimentas y costumbres. En muchos lados todavía se habla el quechua y en el noroeste hay mucha presencia de negros con su cultura afroecuatoriana, a su vez muy rica.
-¿Y la gente cómo es?
-Como en todos lados, hay diferencias según el sector. En la costa son más extrovertidos, hablan mucho y no suelen hacerse dramas por las cosas. En la sierra, de donde vengo yo, la zona andina, somos más introvertidos y un poco más reflexivos. En general, la gente se toma el día muy distinto que acá, con mucha más calma, el tiempo transcurre más lento, hay mucha tranquilidad.
-¿No se van a dormir tan tarde como acá, no?
-¡Nooooo, para nada! Creo que eso es muy propio no de Argentina ni de Córdoba, si no de Villa María. Lo he estado analizando y creo que sólo se da acá de esa forma, que un día de semana a las 12 de la noche te encontrás con la costanera llena de gente comiendo asado. En Ecuador somos tranquilos, vamos a dormir temprano.
-¿Te costó acostumbrarte a esos horarios?
-Muchísimo. Peor era cuando joven, que con los amigos salíamos de fiesta tan tarde. Era algo muy loco. “¿Qué pasa acá?”, me preguntaba yo. Me costaba, me daba mucho sueño. Con los años uno se fue acostumbrando, pero sigo siendo más del día, como en Ecuador.