El primer día de clases, sobre todo para los niveles iniciales y primarios, más que en secundaria, suele venir más cargado de emociones para los grandes que para los alumnos. Al menos así se pudo observar ayer, en el inicio del ciclo lectivo en todas las escuelas de la ciudad, donde cientos de padres, abuelos y tíos colmaron las veredas de las instituciones educativas para acompañar a los niños en el primer día del nuevo año escolar.
“No vas a llorar, eh”, bromeaba una mamá a otra en la puerta del Instituto del Rosario mientras los chicos salían del establecimiento de la mano de la señorita de primer grado. Fotos y sonrisas adornaron una jornada en la que, según pudo saberse, no hubo inconvenientes en ninguna institución para comenzar con el ciclo lectivo, salvo el caso la sala de 3 años del Jardín Arturo M. Bas.
“Ha comenzado todo muy bien, tenemos techo y todo (risas)”, río Analía Buggia, directora de la Escuela Justo José de Urquiza, en el barrio Mariano Moreno, haciendo alusión a los problemas edilicios y de servicios que tuvo la escuela durante el año pasado y que obligaron a suspender las clases. “El año pasado tuvimos inconvenientes en los techos, pero este año pudimos arrancar bien, hemos pintado y arreglado, así que la escuela está muy bien”, confirmó.
Otra de las instituciones que en su momento tuvo algunos inconvenientes fue la escuela Juana Manso, que en este caso logró iniciar el ciclo lectivo normalmente y con una matrícula de 200 alumnos, según confirmaron desde el centro educativo.
Viviana Genero, docente de ciencias de la Escuela Normal Víctor Mercante, apuntó que allí las clases fueron sólo de 8 a 10, porque “se hizo un acto de presentación, reconocimiento del lugar y explicación de cómo vamos a trabajar durante el año, mañana (por hoy) arrancamos normalmente”.
“En la primaria tenemos la bendición de que los chicos siempre tienen ganas de empezar y particularmente yo, que doy Ciencias, más, por ahí se puede dar un poco menos en Matemática y Lengua”, explicó.
Susana, que había ido a retirar a su nieta en dicha institución, remarcó que “como soy jubilada, compré todo lo que le hacía falta en enero, fue muy caro equiparla, pero se sabe que si lo mandás a un colegio privado, ésta es una de las consecuencias”.
Fueron varios los padres que hicieron referencia a lo costoso que fue llenarles las mochilas de útiles como también vestirlos. Estella, en el Juan Bautista Alberdi, contó que “el año pasado había sido caro, pero tenía sólo un chico en la escuela, este año empezó la primaria también el más chico y con dos el gasto fue enorme”.
Para los que comienzan primer grado, el salto desde el jardín es grande. Así lo explicó María Laura, docente del 1 B de las Rosarinas: “Los chicos al principio se quejan mucho con el ‘oh, tenemos que escribir’, o ‘¿cuándo jugamos?’”.
“Pero los chicos están muy motivados, arrancan primer grado con muchas energía, es una experiencia muy distinta que los que arrancan segundo o tercero”, contó y mencionó que “hay un lazo fuerte con el jardín con quien trabajamos durante el año, una articulación que es muy importante para que el salto no sea tan grande para los chicos en algunos aspectos, por eso no se hace período de adaptación”.
María Celia Squizzato, directora de la escuela Dr. Juan Bautista Alberdi, destacó un aspecto que año a año se profundiza y es el aggiornamiento tecnológico que se ven obligados a realizar los docentes.
“Se da que los alumnos les enseñen a los docentes, esto pasa con estas generaciones y está bueno que suceda”, opinó Squizzato, quien contó que “los chicos son de la era digital y tecnológica y por eso toda esta innovación nos obliga a ir haciendo cursos y trabajando para crear espacios propicios, pero son recursos didácticos, no quiere decir que van a aprender más porque tengamos una sala con 30 computadoras”.
Esta aclaración la hizo para mencionar también la lucha del libro contra las tecnologías. “Nosotros les pedimos a los alumnos tres libros de literatura, porque la escuela tiene un plan nacional que es Leer con Todos y la lectura sigue siendo el fundamento de la escuela, a la par de lo tecnológico, nunca dejamos de lado el libro, tiene que estar todos los días presente”.
No han habido grandes cambios, todo empezo normalmente. Tengo dos chicos, Uno queria empezar y el otro no. Ha sido muy caro
equiparlos para la escuela, ya sea los utiles o los uniformes.
Claudia Pellegrini
Vine a buscar a mi nieta que esta en segundo grado. La nena no veia las horas de empezar las clases, pero tengo tres nietos mas en la secundaria y ahi cambia la cosa (risas)
Olga