La titular de la Coordinadora Anticarcelaria, Adriana Revol, dijo que Marcelo Farías sufrió “torturas” en la cárcel de Villa María.
Según su relato, en mayo del año pasado, al detenido por la pueblada de Corral de Bustos se le encontró un teléfono celular en una requisa. “El se hizo cargo de la falta”, destacó Revol. Tras el hecho, fue castigado en una celda de aislamiento “que los internos le dicen ‘buzón’”.
“Es un lugar sucio, sin agua ni luz ni baño. Para orinar deben llamar al guardia o usar una botella y para defecar, una bolsa de nailon”.
Siguiendo su testimonio, Revol señaló que en esa celda de aislamiento sólo había un colchón mojado. “Farías pidió que lo reemplazaran, pero no fue escuchado”. A la mañana siguiente, como no le traían el desayuno, “lo pidió primero correctamente y ante la negativa, gritó ‘cobani, hijo de puta, traeme un mate cocido caliente’. La respuesta fue que ingresaron tres guardias, lo apalearon y lo llevaron encadenado a la Enfermería. Para la Justicia, Farías atacó a los tres. Yo me pregunto, ¿qué delito es más grave, usar un teléfono o torturar?”, concluyó.